Una escuela para el futuro.

El docente de educación primaria como agente de transformación educativa ante los retos del uso pedagógico de las TIC

Autoras: M.C.(c) Laura Enríquez Alcázar Dra. Elia Olea Deserti

IPN. SEPI-ESCASTO IPN. SEPI-ESCASTO

lau_ea@hotmail.com eolea@ipn.mx

eliaolea@hotmail.com

Área Temática 2. Una escuela para el futuro. El profesor como actor del cambio ante los retos digitales

Resumen

El siglo XXI se caracteriza por la aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación a la educación, no siendo excepción el nivel básico. De hecho, al maestro le corresponde aplicarlas al proceso educativo en ambientes en los que se pretende hacer el aprendizaje más significativo para sus alumnos. De ahí que se realizó una investigación -aún no concluido el análisis de datos- para averiguar la actitud del docente de primaria ante un programa estatal, sólo instrumentado en el D. F. en su primera etapa, denominado “Aprender a Aprender con TIC”.

Es un estudio exploratorio, con el objetivo de analizar las actitudes de los docentes ante el uso pedagógico de las TIC en el proceso educativo. Se tomó información de 8 escuelas primarias con sus directores y una n = 55 docentes.

Entre los principales hallazgos están que aunque los maestros declaran estar de acuerdo con el uso de las TIC, no las aplican en el aula, ya que carecen de la preparación técnica y pedagógica para ello. Asimismo existe una resistencia a modificar el uso de estrategias y recursos didácticos en los que se utilicen ordenadores.

Palabras clave: programa TIC primaria, TIC docente primaria, uso pedagógico TIC primaria, actitud docente primaria ante TIC.

Introducción

El mundo en general está experimentando transformaciones constantes y en especial, al inicio de otra nueva década del siglo XXI en que impera el desarrollo de la ciencia y la tecnología, siendo una aplicación importante a la información y la comunicación, además de favorecer el efecto mundial de la globalización. Todo ello ha influido en el surgimiento de una sociedad más dinámica y con desarrollo cualitativo en cuanto a competencias se refiere. De hecho, esto ha llevado a la humanidad a redefinir sus acciones para poder insertarse en lo que se ha llamado Sociedad del Conocimiento, que, en la visión de Tedesco (2007), remite al conglomerado social que transforma el amplio bagaje de información que circula por medios electrónicos, en un conocimiento socialmente útil.

Así, la disponibilidad, el acceso y la aplicación del conocimiento, constituyen aspectos valiosos en la oferta de oportunidades, siendo ejes del desarrollo económico y social del mundo contemporáneo. De ahí que para enfrentar los retos personales y colectivos del Siglo XXI, se requiere de una formación educativa por lo que se demanda nuevas generaciones de estudiantes -mejor preparados- quienes actualicen constantemente sus competencias y desarrollen saberes útiles ya que esta sociedad exige de los profesionales una actividad permanente de formación y aprendizaje, una educación a lo largo de la vida. Se habla del surgimiento de una gran aldea planetaria (Delors, 1996) donde el reconocimiento, tratamiento y solución a los problemas globales, se realizan a partir de alianzas estratégicas entre naciones (Castells, 2008).

De acuerdo a Rama (2006), la influencia de las TIC está contribuyendo a la globalización de la educación, impactando fuertemente sus procesos, las que se han visualizado como un terreno fértil a partir del cual se renuevan las prácticas educativas e impulsa la tan ansiada calidad que se encuentra pendiente en la mayor parte de las agendas de las naciones. Las TIC brindan la posibilidad de disponer de recursos altamente orientados a la interacción y al intercambio de ideas entre docentes y alumnos, permitiendo construir nuevos entornos pedagógicos que estimulen en los estudiantes la formación en competencias que favorezcan su desenvolvimiento y les permitan trabajar con éxito en la sociedad del siglo veintiuno. Sin embargo, para llegar a resultados efectivos, se requiere una sustentación teórica sobre el aprendizaje (Marcelo, 2001). Hay que redefinir el papel de la escuela, la forma de organizar la enseñanza y el aprendizaje a partir de nuevos roles que deben asumir los especialistas educativos, autoridades, alumnos y en especial, los docentes, quienes tendrán que modificar su práctica a fin de materializar los propósitos del currículo en su planeación y práctica pedagógica, con el uso de la tecnología como eje rector.

El uso de las Tecnologías de Información y Comunicación en la educación básica

El uso educativo de las TIC en el debate educativo mundial

Aún cuando se ha demostrado que las TIC constituyen en fenómeno social de gran trascendencia que ha transformado la vida de millones de personas, también se ha reconocido que su impacto en la educación dista de sus potencialidades (Díaz Barriga, 2010). La problemática educativa va más allá y plantea desafíos cualitativos que llevan a orientarse hacia la forma de cómo debe organizarse el centro escolar, un grupo de escuelas y un sistema educativo, en una sociedad donde se espera consolidar una educación a lo largo de la vida (Aguerredondo, 1993). También se ha observado que los profesores y los alumnos en general, hacen uso de las TIC para facilitar la forma en que tradicionalmente se han venido haciendo los trabajos escolares o para recuperar información o presentarla. Sin embargo, es poco frecuente utilizarlas en un aprendizaje complejo, para la solución de problemas, la generación de conocimiento original o el trabajo colaborativo en que se construye e innova.

Es por ello que desde 1990 y hasta el primer decenio del siglo XXI, se han realizado reformas a la enseñanza en todos los niveles educativos -teniendo como prioridad la educación básica- a través de la incorporación pedagógica de las TIC. Este tema ha sido obligado en los acuerdos surgidos en distintos debates educativos a nivel internacional, pasando a formar parte de las agendas de desarrollo de las naciones que han participado en ellas. Así, a lo largo de los últimos veinte años, la necesidad de incorporar las Tecnologías de la Información y la Comunicación a la educación, ha sido tema recurrente en destacadas reuniones que han abordado los problemas de la educación mundial tales como la Declaración Mundial sobre Educación para Todos (Jomtien,1990); Informe Mundial sobre la Educación de la UNESCO “Los docentes

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