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El bandolersmo social, una mirada cinematografica


Enviado por   •  5 de Marzo de 2018  •  Ensayo  •  1.448 Palabras (6 Páginas)  •  217 Visitas

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Representaciones cinematográficas y el bandolerismo social

Luz Jenny Ramírez López

John Greyson Mojica Quijano

Profesor

 Renan Vega C.

Universidad Pedagógica Nacional

Teorías y métodos de investigación en historia

Licenciatura en Ciencias Sociales

Representaciones cinematográficas y el bandolerismo social

Para el historiador Eric Hobsbawm, el bandolerismo social es “un fenómeno universal que se da en las sociedades basadas en la agricultura (economía pastoril inclusive) y que se componen fundamentalmente de campesinos y trabajadores sin tierra oprimidos y explotados por algún otro: señores, ciudades, gobiernos legisladores o incluso bancos”[1].  Este se ha ido transformando a lo largo de la historia debido a cambios estructurales en lo económico, social y político. El bandolero nace como consecuencia de la desigualdad social, la injusticia, la pobreza, la opresión y explotación de las clases dominantes. Son individuos que “por definición, se resisten a obedecer, están fuera del alcance del poder, ellos mismos son ejercitadores potenciales de poder y, por tanto, rebeldes en potencia”[2] actúan al margen de la ley normalmente armados dedicados al robo, la extorsión y el crimen, se ubican normalmente en zonas rurales (montañas, aquel lugar donde pueden estar tranquilos no hay nadie, no hay quien observe lo que se hace, no hay quien hable) y actúan en colectivo, de origen mayoritariamente campesino.

“El bandido no es solo un hombre es un símbolo[3]”, por eso, son abundantes y conocidas las historias, leyendas, mitos, canciones sobre estos personajes antagónicos e igualmente legendarios y heroicos, dignos de admiración, apoyo y respeto. Son aquellos que representan la resistencia y lucha de una población azotada por el olvido y la inequidad. Estas historias se han esparcido a lo largo de la historia con la tradición oral, exaltando la valentía, virilidad y heroísmo de los bandoleros, historias llenas de violencia y justicia a mano propia. Historias que se han tergiversado e incluso exagerado, pero que mantienen viva la leyenda del bandolero. Aunque “el gran bandido es más fuerte, más famoso que el campesino corriente, y su nombre vive más tiempo que el de éste, pero no es menos mortal.  Sólo es inmortal porque habrá siempre otro Mihat o Andras que tome él fusil en las colinas o en las anchas llanuras” la memoria de este está limitada a la memoria campesina.

Con la modernización estas historias se han llevado al cine, para representarlas y mantenerlas vivas, esta tiene un carácter nostálgico ya “que les recuerdan un pasado heroico a veces imaginario y que proporciona un punto de referencia concreto para la nostalgia, un símbolo de virtudes remotas y perdidas”[4]. Con esto se pretende recrear las historias, el arquetipo de bandolero y justiciero. Existen géneros del cine dedicados exclusivamente al bandolerismo, en especial en su época dorada, la primera mitad del siglo XX. El bandolero de estas producciones cinematográficas no es simplemente un bandido rural, en películas como Por un Puñado de dólares (1964) del director Sergio Leone, es clarísimo el prototipo de bandolero social que explora el historiador Eric Hobsbawm, diferente al concepto genérico de bandolero. El bandolero social, con violencia y armado pretende por medio del robo, la extorsión, la intimidación desafiar y luchar contra quienes tienen el poder, no realizan actos ilegales con el único fin de enriquecerse y sacar provecho sino como forma de lucha y resistencia.

Los bandoleros sociales también surgen en “todas aquellas sociedades que se hallan entre la fase de evolución de la organización trivial y familiar y la sociedad capitalista e industrial moderna”[5] en regiones rurales llenas de desigualdad, injusticia, pobreza, opresión y explotación, donde el poder era inestable, inexistente o no había cumplido su papel, estos no pueden desarrollarse en sociedades armónicas e igualitarias, ya que la lucha de clases es la que potencia el surgimiento y auge de estos grupos, que hacen resistencia a los dueños de tierras y ganado para reivindicar al campesino explotado que trabaja el campo y arrea ganado y gana una miseria para seguir viviendo en precariedad, mientras quienes poseen el poder y los medios de producción viven ostentosamente a costa del trabajo duro y la explotación del campesinado.

Existe un parecido entre grupos de bandoleros sociales y movimientos revolucionarios, ambos están cargados de un espíritu rebelde y de resistencia frente a la desigualdad social, pero poseen notorias diferencias. Los movimientos revolucionarios tienen amplios conocimientos sobre política, economía y sociedad, son intelectuales, estudiantes o civiles que comulgan una causa e ideología política clara, opuesta a la ya establecida y dominante. Los bandoleros sociales son conscientes de su condición como clase social, de las desigualdades y de los causantes de estas, pero no comulgan una ideología política concreta, tienen escasos o nulos conocimientos sobre política o economía, muchos son analfabetos. El bandolero social clásico no es un académico, pero tiene claros ideales universales de libertad, equidad y justicia social, a su manera, el objetivo de este “en la medida en que lo es, prosigue la defensa o la instauración del orden tradicional de las cosas ‹‹ tal como deberían ser››[6]”  

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