“El trabajo infantil en México”
Enviado por Scared Crib • 15 de Noviembre de 2021 • Tarea • 5.871 Palabras (24 Páginas) • 69 Visitas
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN
Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
“El trabajo infantil en México”
Juan Farid Assad Kalifa Pavel Ramon Armendariz Peña
Grupo: 503 1842689
Quinto Semestre
Historia del Pensamiento Economico
Monterrey, Nuevo León a 13 de Noviembre de 2020
Introducción
El trabajo infantil es un asunto de suma importancia para los gobiernos alrededor del mundo. Se trata de un mal universal ya que esto es una realidad a la que se están enfrentando niños, niñas y adolescentes en todo el mundo. Se desarrolla cuando las órdenes a escala internacional son la reducción del costo del trabajo con su libre explotación, la desreglamentación generalizada, la flexibilidad laboral, la individualización de contratos, horarios y salarios. Este concepto de trabajo infantil tomó mucha fuerza luego de la revolución industrial, ya que el niño trabajador empezó a ser visto como víctima y como esclavo siendo percibidos dos tipos de daño, el físico y el moral. Aquí es cuando surge la visión del niño trabajador como ejemplo de virtud, pero esta ocupación se definió como el trabajo que priva a los niños, niñas o adolescentes de su infancia, su potencial y su dignidad que es nocivo para su salud Física y Mental. Hoy en día existe una Polémica entre los que defienden que el trabajo interfiere en la educación y los que opinan que la aportación de estos niños es fundamental e inevitable en la economía del hogar. El trabajo infantil requiere de un esfuerzo serio e integral tanto del estado como de la sociedad para garantizar el inicio de un ciclo de vida con protección, educación y oportunidades para el desarrollo pleno de muchos de los niños y niñas en nuestro país ya que de lo contrario la falta de acceso a mecanismos de desarrollo representará en su vida adulta desventajas injustificadas con respecto a otras personas, y la posibilidad de la reproducción intergeneracional de la pobreza. Pero México no es la excepción, ya que se encuentra una gran cantidad de niños y niñas que trabajan de manera forzada u obligatoriamente, incluyendo el reclutamiento para que participen en conflictos armados, también pueden ser ofrecidos para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas. Este fenómeno social en México ha sido recurrente durante los últimos años y generaciones atrás, siempre lo más común del trabajo infantil, es de que los niños de bajos recursos económicos son la mayoría de las veces puestos a trabajar y empezando una vida laboral muy corta, si bien se debe a diversas causas, está asociado, entre otros factores, a la pobreza. En los hogares más empobrecidos, las niñas y niños son una opción de apoyo económico, muchas veces como contribución al gasto familiar y otras como un soporte para cubrir los gastos del infante. En los casos más extremos de pobreza, el trabajo infantil incluso evita los gastos que supone su escolaridad, toda vez que se les priva de recibir educación formal, ya que ellos necesitan el dinero ya sea realizando trabajos como ayudante de albañil o de limpiaparabrisas en las calles mas transitadas, esto es algo que nos afecta a todos de manera económica y social a la larga. Se busca erradicar este problema por parte del gobierno, pero no son notorios los esfuerzos de hacerlo erradicar. El trabajo infantil siempre va a existir mientras haya pobreza, ya que en un hogar donde haya necesidades todos tendrán que aportar algo incluyendo los niños. El trabajo infantil ha reducido sus cifras durante el paso de los años, sin embargo, este problema no se trata de reducir números si no, acabar con él. Los niños no tienen por qué trabajar, ellos deben estar estudiando para poder superarse y así, ir acabando con el problema poco a poco. La población infantil que se dedica exclusivamente al estudio representa una inversión en capital humano para el país y para cada uno de sus estados, que al desagregarse por sexo no siempre es equitativa, ya que es considerablemente mayor la proporción de niños que de niñas en esta situación favorable.
Para ofrecer un panorama general de la situación del trabajo infantil en México, es relevante mencionar que, aun cuando a nuestro país se le han reconocido avances importantes en la materia, de acuerdo al Módulo de Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional sobre Ocupación y Empleo en México había 3.64 millones de niños y niñas menores de 17 años, de los cuales 1.1 millones se encontraban entre los cinco y los 13 años; es decir, alrededor de una tercera parte se encuentra por debajo del límite legal para trabajar según la legislación de nuestro país. Estos datos sugieren un desafío para nuestro país, porque nos muestran no sólo las brechas entre desarrollo y trabajo infantil, sino la necesidad de mejorar programas, acciones y políticas públicas que amplíen las posibilidades de que niños y niñas en nuestro país puedan tener y acceder a condiciones de vida digna, comenzando con el acceso a la educación. Las primeras acciones que se tomaron en México en relación al trabajo infantil iniciaron a mediados de los años ochenta, debido al visible aumento de los niños y niñas en situación de calle, que por razones como violencia, desintegración social, falta de afecto familiar, abandono u orfandad han roto el vínculo familiar y escolar viéndose obligados a trabajar para cubrir ellos mismos necesidades de ingreso, vivienda, alimentación y sociabilización. Cabe mencionar que los estudios ya mencionados sobre trabajo infantil se enfocaron primeramente a los niños callejeros, dando paso posteriormente a los menores trabajadores en zonas marginadas. Estos menores forman parte de una problemática social creciente y compleja que ante los problemas económicos obliga a las familias en condiciones de pobreza a incorporar al trabajo a cada vez más miembros del hogar, principalmente a mujeres y niños. Pero el trabajo infantil persistía y nadie hacia nada al respecto, Durante las décadas que sucedieron a la revolución mexicana de 1910, fue poco claro qué ocupaciones específicas transformaban a niñas y niños en trabajadoras y trabajadores explotados o qué determinaba la legitimidad de algunas formas de trabajo infantil. Prevalecía una situación vacía en el Estado mexicano: por un lado, se buscaba limitar las jornadas laborales de niñas y niños menores de 12 años de edad en las ciudades y en el campo; y por otro, se creaban instituciones que exigían su trabajo, mientras se hacían reglamentos contra labores peligrosas e insalubres, niñas, niños y adolescentes estuvieron expuestos a jornadas extenuantes, bajo las peores condiciones peligrosas e insalubres. La pésima situación de los niños que trabajaban en las minas desde los seis años y durante largas jornadas y en condiciones insalubres y peligrosas, demostraba que se estaba al margen de las prescripciones legales; un gran número de niños trabajaban como jornaleros y mineros en el Estado de México. Memorias de la Administración Pública del Estado de México, presentadas a la XV Legislatura por el gobernador constitucional General José Vicente Villada, 1889-1893. Así, en el México rural de principios del siglo XX, por ejemplo, era común que a los 12 años una persona se incorporara plenamente a las labores del campo junto con su familia, y nadie cuestionaba este hecho. Hasta 1930 comienzan a emerger posturas críticas en contra del trabajo infantil, basadas en el derecho internacional, por lo que en México empezaron a promoverse con mayor ímpetu las acciones a favor de la infancia en la agenda pública. Cabe destacar que entre 1930 y 1960 México sufrió una acelerada transformación en su estructura productiva; de ser un país fundamentalmente agrícola, se convirtió en uno industrial y de servicios. Este cambio afectó la organización de comunidades y familias; además de acentuar la desigualdad entre sectores, que no pudo contenerse en el marco del avance industrial. Entre 1930 y 1960 México sufrió una acelerada transformación en su estructura productiva; de ser un país fundamentalmente agrícola, se convirtió en uno industrial y de servicios. Este cambio afectó la organización de comunidades y familias; además de acentuar la desigualdad entre sectores, que no pudo contenerse en el marco del avance industrial. Esto ocurrió en el siglo pasado y está tomando una reestructuración para tratar de evitar que los niños sigan trabajando, pero es inevitable. El trabajo infantil en la agricultura de exportación en nuestro país fue tomando mucha influenza sobre los niños por su política de trabajo, es en este sector, el más dinámico de la economía agrícola, donde se contratan como trabajadores locales o migrantes más de un millón de niñas y niños. Su incorporación al proceso de producción beneficia en especial a compañías comercializadoras estadounidenses y a sus socios locales, haciéndolos “competitivos” en el mercado internacional, ya que exportan al vasto mercado interno de Estados Unidos, a Canadá, Japón y la Unión Europea. El trabajo infantil en este sector es producto principalmente de dos factores. El ingreso precario y las condiciones de trabajo de los jornaleros contratados por las compañías agrícolas exportadoras y la disponibilidad de menores como fuerza de trabajo barata, complementaria a la adulta y de reserva. Los empresarios saben que los menores le son indispensables y aprovechan la habilidad de las manos infantiles en la producción y las autoridades se prestan a la ilegalidad del trabajo infantil. sin los niños tendrían que atraer a trabajadores de otros sectores, o bien, importar mano de obra de otras regiones, lo que aumentaría también el costo de producción. Para ocultar esta necesidad, los grandes agricultores afirman que son los padres de familia los responsables de que los niños trabajen, que ellos no lo promueven ni tienen nada que ver. En resumen, este es uno de los principales trabajos que mas contratan niños de manera ilegal de manera directa o indirectamente por el padre.
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