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Caprino Y Ovino


Enviado por   •  21 de Octubre de 2014  •  1.855 Palabras (8 Páginas)  •  364 Visitas

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La alimentación de las ovejas en mantenimiento:

Las ovejas de carne están en mantenimiento buena parte del año (cuando no están al final de la gestación ó amamantando al cordero, más de 6 meses si se siguen ritmos reproductivos de un parto al año); las ovejas de leche también están en mantenimiento buena parte del año (desde el secado hasta el final de la gestación, alrededor de 6 meses).

Debido a que la capacidad de ingestión de las ovejas en mantenimiento, como en el caso del resto de hembras rumiantes, es relativamente alta, durante los periodos de mantenimiento las ovejas se pueden alimentar con raciones de una baja concentración energética y proteica (0.60-0.65 UFL/kg MS, 6-7% PB), esto es, las ovejas en mantenimiento se alimentan exclusivamente con forrajes de una concentración energética modesta, procurando que las ovejas mantengan durante este periodo un índice corporal de 3.0-3.5 puntos. No obstante, en el caso de zonas de pastos áridos, escasos y de mala calidad, el pastoreo solamente llega a cubrir el 30-50% de las necesidades de mantenimiento. En el caso de épocas en que las ovejas están estabuladas, la alimentación de mantenimiento consiste en 500-600 g de paja y alrededor de medio kg de concentrado.

Normalmente el ciclo de producción es de un parto anual; no obstante algunas explotaciones de ovejas (el periodo de lactación es corto) pretenden conseguir ciclos de 8 ó 6 meses (1.5-2.0 partos anuales). Para asegurar la fertilidad de las ovejas se realiza habitualmente una técnica denominada flushing, que consiste en aumentar el nivel de los aportes energéticos (p.e. suministro de 200-400 gramos diarios de cebada) tres semanas antes y tres después de la cubrición de las ovejas con un índice de condición corporal inferior a 3.0. El flushing mejora el nivel de ovulación y reduce las pérdidas embrionarias; no obstante, el flushing tiene poca influencia sobre la aparición del celo, en particular en razas con un anoestro estacional fuerte. A menudo, un suplemento vitamínico-mineral durante este periodo ayuda a mejorar la eficacia del flushing.

Además, igual que las vacas y cabras, las ovejas pueden sufrir ciertos trastornos debidos a deficiencias nutritivas ó a un incorrecto manejo del pastoreo (hipomagnesemia, timpanismo, enterotoxemia, etc); en todo caso, las ovejas deben disponer en todo momento de bloques minerales.

Por otra parte, algunas ovejas son muy sensibles a la intoxicación por cobre (hay una influencia genética individual), bien por un exceso de cobre en los correctores minerales, bien por un déficit de molibdeno ó azufre (que son antagonistas del cobre); incluso forrajes con un contenido normal en cobre pueden ser tóxicos si contienen poco molibdeno y azufre. La intoxicación por cobre va seguida de una crisis hemolítica y muerte repentina; los síntomas son ictericia, hemoglobinuria y riñón e hígado muy oscuros. La causa más frecuente de la intoxicación por cobre es la utilización de correctores minerales (o piensos) de vacas ó cabras en la alimentación de ovejas. La intoxicación por cobre se trata con una inyección de tetratiomolibdato de amonio.

La alimentación de las ovejas en gestación:

Igual que en la mayoría de las especies domésticas, casi el 90% del desarrollo del feto se produce durante el último tercio de gestación; por este motivo, solamente se considera que las ovejas tienen unas necesidades específicas de gestación durante el último mes y medio; durante este periodo, la ganancia media de peso del feto es de unos 100-250 g.

La capacidad de ingestión de las ovejas comienza a reducirse a partir de los 3.5 meses de gestación, hasta reducirse un 15% al final de la gestación; esto es, la capacidad de ingestión de las ovejas de 60 kg es de 1.0-1.25 kg MS al final de la gestación, dependiendo de la calidad de la ración.

Las raciones a partir de los 3.5 meses de gestación y hasta las 2-3 últimas semanas son algo más concentradas que las de mantenimiento, con una concentración energética en torno a 0.65-0.75 UFL/kg MS; la concentración proteica es de alrededor del 10%. Por lo tanto, las ovejas en gestación se han de alimentar con forrajes de buena calidad, ó con aportes relativamente importantes de concentrado. En el caso de ovejas estabuladas, la ración está formada por 500-600 g de paja y 700-800 g de concentrado.

Igual que en el caso de cabras, el objetivo de las raciones durante las 2-3 últimas semanas de gestación de ovejas es reducir todo lo posible la movilización de las reservas corporales (el índice corporal al parto ha de ser alrededor de 3.0) para prevenir la toxemia de gestación; lo óptimo es que no movilicen más de 5 kg (pérdida inferior a 0.5 puntos de condición corporal). Por lo tanto, la concentración energética de la ración a utilizar durante el final de la gestación ha de ser elevada, 1.0-1.2 UFL/kg MS; la concentración proteica al final de la gestación ha de ser del orden del 20-25%. Además de evitar que las hembras lleguen demasiado gordas al último mes de gestación, se deben aportar forrajes de muy buena calidad (0.85 UFL/kg MS) y suministrar alrededor de 250 g de concentrado cuando falte un mes para el parto, e ir aumentándolo hasta llegar a 1 kg diario a las dos semanas antes del parto. En el caso de ovejas estabuladas, la ración está basada en 400-500 g de paja y 1-1.25 kg de concentrado.

Otros trastornos que pueden aparecer al final de la gestación son hipocalcemia (sobre todo en el caso de que gesten varios fetos) y problemas reproductivos debidos a un exceso de NNP, nitritos, fitoestrógenos, etc.

Manejo y alimentación de ovinos

Es necesario conocer el estado del ciclo de producción

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