LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS.(THOMAS KUHN)
Enviado por Lacherre José • 20 de Junio de 2016 • Documentos de Investigación • 2.333 Palabras (10 Páginas) • 542 Visitas
SEMANA DIEZ FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS
(THOMAS KUHN)
“Pues, en mi opinión, el paradigma de Kuhn (…) es una idea nueva y fundamental en la filosofía de la ciencia, y (…) merece, por tanto, un examen”.
Margaret Masterman.
- Introducción.
Se ha hecho un lugar común afirmar que la filosofía de la ciencia nunca volvió a ser la misma después de la irrupción en el escenario de Tomás Kuhn y su famosa teoría de los paradigmas. Por ese motivo, consideramos que es nuestra obligación decir algo al respecto. Al hacerlo, esperamos acercar al lector no especializado a la obra de este pensador, en los términos más fieles y, al mismo tiempo, más claros posibles.
Tomás Samuel Kuhn nació en Cincinnati, Ohio, E.U.A., el 18 de julio de 1922. Estudió Física en Harvard. Fue profesor de Filosofía e Historia de la Ciencia en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Ha sido profesor en la Universidad de Princeton y desde 1979 hasta 1991, fecha de su jubilación, profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Su lamentable deceso se produjo en junio de 1996, en la ciudad de Cambridge, Massachusetts.
Kuhn era físico de profesión, pero desde sus años de estudiante empezó a sentir una gran inclinación por la Historia de la Ciencia, la misma que terminó por convertirse en su interés principal. Al examinar su obra, vamos a advertir que en él se conjugan tres facetas: la del historiador, del filósofo y del sociólogo de la ciencia.
Es en el campo de la Filosofía de la ciencia en donde empezó a descubrir, bajo la influencia de la psicología de la Gestalt (significa en alemán forma o figura, por eso se traduce como Psicología de la forma), una nueva manera de entender a la ciencia y su desarrollo histórico. Así es como llegaría a elaborar su teoría de los paradigmas.
Pero, ¿qué son los paradigmas?
- Los paradigmas.
El término “paradigma”, usualmente significa modelo, ejemplo, arquetipo. Sin embargo, adquirió un significado muy especial a partir de la publicación del libro de Tomás Kuhn La estructura de las revoluciones científicas, en 1962. En dicha obra, nos dice el autor: “En su uso establecido un paradigma es un modelo o patrón aceptado y este aspecto de su significado me ha permitido apropiarme de la palabra ‘paradigma’, a falta de otro término mejor; (…). En consecuencia, Kuhn lo utilizará para designar “(…) realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”. En otras palabras, los paradigmas son modelos de los que surgen tradiciones particularmente coherentes de investigación científica. Por ejemplo:
- La Astronomía Ptolomeica o Ptolemaica.
- La Dinámica Aristotélica.
- La Óptica Corpuscular (o la óptica de las ondas).
¿Cómo surgió la idea de utilizar el concepto de paradigma en filosofía de la ciencia? El mismo Kuhn nos lo explica. A los científicos –nos dice– se les enseñan formas estandarizadas de resolver problemas seleccionados. Este procedimiento es muy semejante al empleado por los estudiantes de idiomas cuando quieren aprender a conjugar verbos: “Aprenden a recitar, por ejemplo, amo, amas, amad, amamos, amates, amante, y más tarde recurren a esta forma estandarizada para producir el presente indicativo de otros verbos latinos de la primera conjugación. En inglés, esos ejemplos estandarizados que se emplean en la enseñanza de idiomas reciben el nombre de “paradigmas”, y no me pareció violenta la aplicación de ese término a problemas científicos estandarizados (…)”
Estos modelos servirán de sustento durante los periodos denominados de ciencia normal.
Pero, ¿qué significa “ciencia normal”?
- La ciencia normal.
El término “ciencia normal” “(…) significa investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior”.
La ciencia normal es, pues, la ciencia que practica usualmente una comunidad científica. Aquella que crece y se desarrolla en ausencia de periodos de crisis. La ciencia que, para crecer, se apoya firmemente en uno o varios logros del pasado, cuya vigencia es reconocida por dicha comunidad científica como base para ulteriores trabajos. Es acumulativa.
Por su parte, la ciencia normal comprende:
- Un paradigma dominante.
- Un carácter dogmático.
- Una racionalidad interna desplegada sólo por los que comparten el paradigma.
- Inconmensurabilidad entre paradigmas.
- Progreso interno del conocimiento científico dentro de cada paradigma, no siendo acumulativo el progreso de un paradigma a otros.
- Como puede apreciarse, en la base de la ciencia normal hay un modelo, de éste se derivarán, por lo general, reglas que guiarán la investigación en dichos periodos. Sin embargo, Kuhn nos dirá que los paradigmas también pueden guiar la investigación aun en ausencia de reglas.
- Una vez establecido un paradigma, sus fundamentos no son objeto de duda, por lo que la investigación procede en una forma similar a la solución de un “rompecabezas”. De ahí que los problemas de la investigación normal aspiren poco a producir novedades significativas. Sin embargo, esto no significa que, para los miembros de la comunidad científica, no sean importantes y no dejen de despertar su entusiasmo, pues los resultados obtenidos mediante la investigación normal, han de contribuir a incrementar el alcance y la precisión del paradigma. En este periodo, lo que se encuentra en duda no es el modelo, sino el modo en que pueden lograrse los resultados. Y quien logra el objetivo de solucionar un problema normal, es considerado un buen “solucionador de enigmas”. “Los enigmas son, en el sentido absolutamente ordinario que empleamos aquí, aquella categoría especial de problemas que pueden servir para poner a prueba el ingenio o la habilidad para resolverlos”. Hasta que aparecen las anomalías.
- Las anomalías
Una anomalía es un problema cuya solución satisfactoria no es posible en el contexto de la ciencia normal, del paradigma vigente. Son fenómenos nuevos, inesperados. A diferencia de los enigmas, que son problemas cuya solución –a veces más de una– puede encontrarse dentro del paradigma establecido, las anomalías pueden interpretarse como contraejemplos o, como diría Popper, falsaciones de teorías científicas. No encuentran una respuesta satisfactoria y, en consecuencia, obligan a postergar, a veces indefinidamente, su solución. Son algo así como incómodas piedritas en el zapato de los que integran la comunidad científica.
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