Liderazgo
Enviado por • 31 de Mayo de 2015 • 1.983 Palabras (8 Páginas) • 147 Visitas
En este texto el autor nos dice que los líderes tiene ocho características, la primera que nos menciona es que los líderes constantemente buscan aprender cosas nuevas, buscan la forma de capacitarse continuamente, toman clases, escuchan a los demás, aprenden tanto a través de lo que escuchan así como de la observación; también preguntan constantemente, estas personas nunca se quedan estancados sin hacer nada siempre buscan el estar renovando o adquiriendo nuevos conocimientos o desarrollar, una manera de desarrollar esta capacidad es el adquirir compromisos, comenzando con uno pequeño que sea fácil de cumplir e ir gradualmente cada vez con más valor el compromiso y más grande; que sea de mayor, de esta manera se va a fortalecer su autodominio, para lograr todo esto se debe tener fuerza de voluntad y ser contante en todo lo que prometemos; la segunda característica de la que nos habla es el tener vocación para servir la vida se ve como una misión, si una persona se esfuerza para centrarse en los principios como solo un ejercicio mental fracasará, se necesita tener un sentido de responsabilidad y actividad, estar dispuesto a servir día con día, irradian energía positiva es la tercera, este principio nos dice que tenemos que ser alegres y felices, mantener siempre una actitud positiva y optimista, el espíritu debe ser entusiasta, tener esperanza y confianza. La energía positiva siempre es más grande que una energía negativa, tratar siempre de eliminar toda la energía negativa, la cuarta característica o principio es que creen en los demás; No se debe reaccionar exageradamente antes alguna conducta negativa, critica o debilidad humana, se trata de ser consciente de las debilidades que todos podemos tener, el potencial y la conducta no es lo mismo
CREEN EN LOS DEMAS Las personas basadas en principios no sobrerreaccionan ante las conductas negativas, las críticas ni las debilidades humanas. No creen haber progresado cuando descubren las debilidades ajenas. No son ingenuas; son conscientes de que esa debilidad existe. Pero consideran que la conducta y la potencialidad son dos cosas distintas. Creen en la potencialidad invisible de todos los demás. Se sienten agradecidas por las alabanzas que reciben de ellos y tienden, de forma natural, a perdonar y olvidar compasivamente las ofensas que les infieren. No son envidiosas. Se niegan a etiquetar, estereotipar, clasificar y prejuzgar a los demás; por el contrario, detectan al roble joven entre los arbustos y lo ayudan a transformarse en un gran árbol. En cierta ocasión mi esposa y yo nos sentimos inquietos por las etiquetas que nosotros y otras personas habíamos aplicado a uno de nuestros hijos, aunque se justificaban, dado su comportamiento. Al detectar sus potencialidades, gradualmente comenzamos a verlo de forma diferente. Cuando llegamos a creer en sus potencialidades invisibles, las viejas etiquetas se esfumaron por sí mismas y dejamos de tratar de cambiarlo de la noche a la mañana. Simplemente sabíamos que su talento y potencialidad aflorarían a su debido tiempo. Y así ocurrió, para estupor de los demás, entre ellos de otros miembros de la familia. Nosotros no nos sorprendimos porque sabíamos lo que había en él. En verdad, creer es ver. Así, debemos intentar creer en las potencialidades invisibles. Ello genera un clima de crecimiento y de oportunidades. Las personas centradas en sí mismas creen que la clave está en ellas mismas, en sus técnicas, en hacer “lo que funciona”. Esto da resultado sólo temporalmente. Si usted cree, en cambio, que la clave está “en” ellos, no “en” usted, usted se relaja, acepta, asiente y deja que las cosas ocurran. 40 Tanto uno como otro camino constituyen profecías de autocumplimiento.
DIRIGEN SUS VIDAS DE FORMA EQUILIBRADA Leen los mejores libros y revistas y se mantienen al día respecto al curso de los negocios y acontecimientos. Son social- mente activos y tienen muchos amigos y algunos confidentes. Son también intelectualmente activos y se interesan por una amplia gama de cuestiones. Leen, miran, observan y aprenden. Dentro de las limitaciones de la edad y de la salud, son físicamente activos y muy divertidos. Disfrutan de su persona. Tienen un alto sentido del humor, en particular para reírse de sí mismos y no a expensas de los demás. Se puede percibir en ellos que tienen un sano concepto y una visión honesta de sí mismos. Distinguen su propio valor, que se pone de manifiesto en su valentía e integridad y en que no sienten la necesidad de alardear, ostentar con su fama, mostrar su poderío por sus propiedades, credenciales, títulos o éxitos del pasado. En su forma de comunicarse son francos, simples, directos y no manipulan a nadie. También tienen el sentido de lo que es adecuado, y es más frecuente que yerren hacia la subestima de sí mismos que hacia la exageración de sus propios méritos. No son extremistas: no enfocan las cosas en términos de todo o nada. No lo dividen todo en dos partes, ni creen que todo deba ser bueno o malo, blanco o negro. Piensan en términos de continuum, prioridades, jerarquías. Tienen el poder de discernir, de percibir las similitudes y diferencias de cada situación. Esto no significa que sitúen todas las cosas según el enfoque de la ética situacional. Reconocen de inmediato los valores absolutos y condenan lo malo y luchan por lo bueno con valentía. Sus acciones y actitudes son adecuadas a cada situación: 41 equilibradas, mesuradas, moderadas y prudentes. No son, por ejemplo, adictos al trabajo, tampoco fanáticos religiosos ni políticos, observan las dietas, no son amigos de comilonas ni adictos a los placeres, pero tampoco son mártires del ayuno. No están encadenados como esclavos a sus planes y programas de actividades. No se condenan a sí mismos por cada error tonto ni por cada traspié social. No meditan melancólicamente sobre el ayer ni sueñan despiertos en el mañana. Viven con sensibilidad en el presente, planean cuidadosamente el futuro y se adaptan con flexibilidad a las cambiantes circunstancias. Su honestidad para consigo mismos queda de relieve en su sentido del humor y su disposición para admitir y olvidar
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