Los Embutidos

SALINAS, Álvarez Samuel.

Aulas de Emergencia.

Edit. Colofón S.A.

México, 2000. Págs. 89.

ARGUMENTO

Es excepcional cuando un maestro comprometido con su profesión, es capaz de sublevarse contra el propio sistema, sobrepasando los limites de las normas.

El libro “Aulas de Emergencia” es un testimonio preciso de lo que debe ser la labor docente, y Samuel Salinas Álvarez es un reflejo de lo disfuncional que son algunos organismos gubernamentales en la gestión de recursos, pese a eso, persiste, logrando una unidad entre padres de familia, maestros y alumnos, siendo esta la clave para alcanzar más adelante sus objetivos; y con ello logrando un gran cariño de la comunidad, respeto y aprecio de sus alumnos.

El libro es un buen referente para los maestros, y los que pretendemos ser maestros, ya que ofrece un panorama de los problemas contextuales, políticos, socio-económicos (y muchos otros de diferente índole) a los que se tiene que enfrentar un docente con vocación.

La historia relata un ambiente de pobreza, de impunidad, pero también de esfuerzo, de lucha y sacrificio. Ofrece alternativas de solución y así lograr encontrar el verdadero valor como docente.

COMENTARIO

Lo importante de todo texto es su esencia, y depende del lector encontrar el objetivo y relacionarlo con nuestro contexto real y actual.

El libro “Aulas de Emergencia” nos traslada a un evento pasado, pero a pesar de los avances a través del tiempo, continuamos en situaciones similares a las dadas en el testimonio de Samuel Salinas Álvarez.

Actualmente existimos muchos individuos que aspiramos a ocupar un lugar privilegiado pero menospreciado por parte de la sociedad, y ese lugar es el de “profesor”. Aunque el texto se maneja como un relato el objetivo primordial que yo he encontrado, es el deseo de compartir una historia que describe las características que debe poseer un verdadero docente.

Samuel, fue un maestro novato que llego a laborar a un lugar en pésimas condiciones, enfrento parte de los problemas que surgieron como el sarcasmo de sus alumnos, y ayudó para que el lugar en el que trabajaría desde ese momento se encontrara en óptimas condiciones. Pero no fue por él sino por el bienestar y cuidado de sus alumnos, dijo: “Los maestros debemos trabajar por el desarrollo de la comunidad, y qué mejor que empezar por conocerla.” Pero… ¿cuántos maestros enfrentamos estos problemas? Muy pocos, porque muchos al ver las dificultades del lugar en el que nos encontramos, decidimos solo cumplir en tiempo, no inmiscuirnos en la vida de las personas con las cuales convivimos, y al concluir solo nos vamos sin importar lo que ahí se deja.

Los maestros estaremos en contacto directo con las necesidades diarias de materiales, espacios, etc. Tal vez no tendremos el apoyo de directivos, el apoyo de los padres de familia. Pero aun así debemos ser compresivos con alumnos y padres, teniendo que enfrentar nuestros miedos y debilidades, porque somos y debemos ser el soporte y el último en darse por vencido ante los problemas que surjan día a día. La atención que brindemos

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