Postmodernidad y nuevo paradigma
Enviado por JOSE ALBERTO COELLO PENAGOS • 16 de Septiembre de 2023 • Apuntes • 2.018 Palabras (9 Páginas) • 47 Visitas
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EPISTEMOLOGÍA
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
JOSÉ ALBERTO COELLO PENAGOS
REPORTE DE LECTURA:
EL PARADIGMA EMERGENTE
MIGUEL MARTÍNEZ MIGUELEZ
CAP.11 POSTMODERNIDAD Y NUEVO PARADIGMA
San Cristóbal De Las Casa, Chiapas; a 27 De Enero de 2023
El paradigma emergente
Capítulo 11: Postmodernidad y nuevo paradigma
La temática central de este capítulo trata sobre el problema que crean los antinomias lo relacionado con la autorreferencia y el principio de complementariedad con las idea de Wittgenstein; ahora bien abordaremos dicha temática desde una perspectiva algo distinta que está muy de moda la dialéctica modernidad y postmodernidad, se entiende que los autores que pertenecen o se mueven en este gremio utilizan términos y conceptos en cierto modo diferente.
Ya la palabra posmodernidad es un poquito complejo podríamos decir algo fresco y hasta inclusive un poco fantástico pues el término moderno significa etimológicamente “al modo de hoy” , e históricamente se comenzó a usar a finales del siglo v para distinguir el presente que se había convertido oficialmente en cristiano del pasado romano y pagano. Por esto postmoderno tendría un significado “al modo del mañana”.
El problema que trata la postmodernidad está inmerso en lo intelectual, ético, estético y político, en el término entra la razón teórica y práctica. Cabe señalar en forma global la postmodernidad representa una susceptibilidad de nuestro tiempo, y expresa, con mayor o menor sofisticación y coherencia. En sí la postmodernidad es la evaluación critica del “proyecto modernidad” en donde entra la creencias, esperanzas, razones y gustos, fundado y evolucionado en la cultura occidental a partir del renacimiento, imputado por un fracaso y por lo consecuente un rechazo mismo. La postmodernidad nos adentra a los problemas actuales tanto en lo cultural como en lo social.
De este modo la postmodernidad tendría un significad en la cultura, en la cual sería posterior de las transformaciones que han afectado a las reglas de la ciencia, literatura y artes, que se han conservado durante la llamada modernidad (durante los tres últimos siglos).
Los autores "postmodernos" más destacados, vinculan su pensamiento a la reflexión de Nietzsche y Heidegger, pero su tradición, país e historia personal les da una tonalidad propia. El pensamiento de los postmodernos franceses (Lyotard, Derrida, Deleuze, Baudrillard, Lipovetsky), el pensamiento italiano (Vattimo, Gargani, Vitiello), el alemán (Sloterdijk, Böhme) o el estadounidense (Rorty) difieren, por consiguiente, en muchos aspectos. En nuestro análisis se centrará en aquellos autores que sus pensamientos tienen algo en común, sus diferentes interpretaciones, la ruputra de la jerarquía de los conocimientos y de los valores, su menosprecio por lo que contribuye a la formación de sentido, su desvalorización de lo que constituye un paradigma o un modelo, y su valoración, en cambio, de lo fragmentario y local, y su énfasis en la subjetividad y en la experiencia estética.
La posmodernidad perdió la confianza en la razón tan anhelada por la modernidad y le señala dónde están sus límites y su autoengaño, esto implica un nuevo planteamiento algo radical y si reducción de la cultura occidental moderna. Sin embrago el pensamiento requerido en la postmodernida se presenta como un pensamiento a partir de la política y las artes situacionista y perspectivista.
Paradigmas premoderno, moderno y postmoderno
Se tomarán en cuenta tres paradigmas, buscando un enfoque central de apoyo como asignador de significados.
Primer paradigma
El premoderno es el primer paradigma, se centra en la religión, Augusto Comte lo llamará etapa teológica. Empezó desde el mundo judío y se desarrolló en el cristianismo. Los conceptos de creación y finitud (todo tiene un fin y da sentido a la existencia al ser humano), de un orden en el mundo establecido por Dios, sabiduría y voluntad divina, basadas en la Biblia e interpretados por sus representantes.
La cultura helénica le proporcionará a este paradigma el formalismo, la sistematicidad y cierto gusto por el experimentalismo.
A partir de la creación de las universidades durante la edad media, por obra de la iglesia, tenían el punto de pensar que aun con las ciencias naturales, como la astronomía y la física, no eran tan relevantes para afirmar nada para contradecir la teología, en sí la teología se anteponía ante cualquier ciencia.
La visión que se tenía del hombre partía del privilegio de descendientes a partir de lo divino, para formar una unidad fraternal universal entre los hombres; en la cual da paso a una ética centrada en el amor que se tendrá que ser determinada por la cultura cristiana.
Segundo paradigma
Durante los últimos siglos de la Edad Media, XIII y XIV, y especialmente en el renacimiento, el punto de apoyo, el fulcro, el referente lógico, va pasando de la religión a la razón, de la teología a la filosofía y a la ciencia. El hombre occidental comenzará a aceptar las ideas en la medida en que concuerden con su lógica y razonamiento, con sus argumentos de razón, y no por tradición o por exigencias dogmáticas, sean religiosas o de otro tipo. Aquí entra en juego la razón y la lógica para cambiar de ideas y así dejar atrás la teología y darle paso a la ciencia y la filosofía.
Ejemplos de este cambio de ideas, nos lleva hablar de Bacon como Galileo, con sus métodos experimentales y de observación de la naturaleza, van desplazando a Aristóteles; Newton realiza su trascendental descubrimiento de la ley de gravedad, valorando más los datos observados en la naturaleza que los estudios basados en la revelación y en las obras de la antigüedad. Ellos se basaban en la observación y la razón para así descubrir las leyes de la naturaleza, antes este despertar fueron poniendo en duda la mayoría de las creencias teológicas sostenidas hasta entonces.
A los "ilustrados", en estos "siglos de las luces", les animó una gran fe en el futuro, creyeron en la felicidad y en poder conseguirla, aunque su optimismo progresista casi siempre procedía de un criterio utilitario. Todos los seres de la naturaleza y los mismos actos del hombre están dispuestos en un orden racional.
Si durante el Renacimiento el principio de experimentación junto con la perspectiva del arte da inicio a la idea del progreso, en el siglo XVIII la razón moderna llega a todas partes: invade todas las realizaciones intelectuales, científicas, industriales, politicosociales, artísticas e institucionales del Occidente. Se había llegado el momento culminante y triunfal para la razón.
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