Planeaciones
Enviado por eicha • 17 de Febrero de 2014 • 10.549 Palabras (43 Páginas) • 217 Visitas
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Manual de procedimientos para el fomento y la valoración de la competencia lectora en el aula
Índice
1. Introducción
2. Recomendaciones de prácticas de intervención docente en el aula para el fomento de la competencia lectora
3. Procedimientos para el seguimiento y valoración de avances durante el ciclo escolar
4. Prácticas en el aula para los alumnos que obtuvieron resultados bajos en alguna dimensión evaluada de la competencia lectora
5. Sugerencias para utilizar la valoración de la competencia lectora en la evaluación de los alumnos
6. Bibliografía
1. Introducción
Estimada(o) maestra(o)
"Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas deliciosas." Montesquieu
La lectura es un proceso complejo que cada persona realiza por sí misma; éste le permite examinar el contenido de lo que lee, analizar cada una de sus partes para destacar lo esencial y comparar conocimientos ya existentes con los recién adquiridos.
Leer para
Desarrollar el potencial personal
Participar en la sociedad
Desarrollar el conocimiento
Alcanzar metas individuales
La lectura es importante porque:
• Potencia la capacidad de observación, de atención y de concentración.
• Ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y escrita y hace el lenguaje más fluido. Aumenta el vocabulario y mejora la ortografía.
• Facilita la capacidad de exponer los pensamientos propios.
• Amplía los horizontes del individuo permitiéndole ponerse en contacto con lugares, gentes y costumbres lejanas a él en el tiempo o en el espacio.
• Estimula y satisface la curiosidad intelectual y científica.
• Desarrolla la capacidad de juicio, de análisis, de espíritu crítico. El niño lector pronto empieza a plantearse porqués.
• Es una afición para cultivar en el tiempo libre, un pasatiempo para toda la vida.
La experiencia de leer es adquirida por los niños desde temprana edad, pero requieren el apoyo de sus padres y maestros para lograr su pleno dominio, por lo que todas las prácticas que se realicen en el aula y en la casa mejorarán su competencia lectora.
La lectura está presente en el desarrollo del individuo, es inherente a cualquier actividad académica o de la vida diaria, toda vez que constituye una base fundamental para el aprendizaje: si un niño no puede leer, seguramente tendrá dificultades en el resto de las asignaturas, tales como ciencias naturales, historia y matemáticas.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) pone a su consideración algunas propuestas de intervención docente, acompañadas de una metodología que le permitirá evaluar los niveles de logro en la Competencia Lectora de sus alumnos y comparar resultados con los referentes obtenidos a nivel nacional. De manera que, con base en un diagnóstico individual y de grupo, podrá realizar prácticas didácticas para mejorar la habilidad lectora de sus alumnos.
El objetivo de esta propuesta es apoyar el interés y esfuerzo que usted realiza cotidianamente para mejorar en sus alumnos la comprensión lectora y el uso de la lengua oral y escrita en diferentes contextos.
Delia Lerner1 explica que el desafío consiste en:
“…lograr que los niños manejen con eficacia los diferentes escritos que circulan en la sociedad y cuya utilización es necesaria o enriquecedora para la vida (personal, laboral, académica)… La lectura responderá a un doble propósito. Por una parte, un propósito didáctico: Enseñar ciertos contenidos constitutivos de la práctica social de la lectura con el objeto de que cada alumno pueda utilizarlos en el futuro, en situaciones no didácticas y por otra parte, un propósito comunicativo relevante desde la perspectiva actual del alumno”.
Consideraciones Técnicas
La competencia lectora se puede definir como “La capacidad de construir, atribuir valores y reflexionar a partir del significado de lo que se lee en una amplia gama de tipos de texto, continuos y discontinuos, asociados comunmente con las distintas situaciones que pueden darse tanto dentro como fuera del centro educativo”. (PISA. La medida de los conocimientos y destrezas de los alumnos. Un nuevo marco para la evaluación. MEC, INCE, 2000, p.37.)
1 Lerner, Delia, Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario. México: SEP, Biblioteca para la actualización del maestro, 2001, pp. 41 y 126.
La comprensión lectora es una de las grandes metas a lograr en los alumnos de educación básica. Sin embargo, para llegar a la comprensión el alumno debe antes lograr la suficiente fluidez y velocidad lectora para mantener en la memoria de trabajo la cantidad de elementos necesarios para construir el sentido de la oración.
Recientes investigaciones en el campo de la Neurociencia Cognitiva, referidas por Helen Abadzi2 han encontrado que esta memoria de trabajo, a la edad en la cual los niños inician el aprendizaje de la lectura dura en promedio un máximo de 12 segundos, se va incrementando lentamente hasta los 18 a 20 años de edad y posteriormente va disminuyendo con la edad. Una vez que actúa la memoria de trabajo, las palabras, números, gráficas o relaciones entre ellos que registra, pasan a la memoria de largo plazo, donde se relacionan con los conocimientos existentes.
Por lo tanto, para que el alumno logre la comprensión de los diferentes tipos de texto adecuados al grado escolar que cursa, y otro tipo de lecturas las cuales le gustan o requiere en su vida diaria, debe poder leer con una fluidez y velocidad mínima, la cual debe ser creciente con la edad.
Por ejemplo, si se quiere que un alumno al terminar el primer año comprenda oraciones de 7 palabras en promedio, deberá leer con fluidez entre 35-59 palabras por minuto. Para que un alumno al terminar tercero de secundaria pueda comprender oraciones de 30 palabras en promedio, deberá leer con fluidez entre 155-160 palabras por minuto.
Aun cuando, la fluidez y la velocidad son necesarias, no resultan suficientes
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