Caso IKEA

Antecedentes:

IKEA es una empresa multinacional fundada en 1943 por Inguar Kamprad en Suecia. Ofrece una amplia gama de artículos de decoración para el hogar, los cuales se destacan por ser funcionales, de calidad y accesibles. En un comienzo vendía diferentes productos vía e-mail, poco a poco se fue expandiendo llegando a tener tiendas en distintos lugares del país y del mundo.

Esta expansión se baso en la implementación de nuevos sistemas de ventas y tiendas. Abrieron showrooms con restoranes adentros, sectores para los niños, y con un sistema de ventas autoservicio en donde los clientes elegían, recogían y transportaban sus compras. Por otro lado se preocupaba de tener una excelente relación con los clientes realizando encuestas constantes a sus clientes y con sus proveedores a quienes compraba al por mayor.

La estrategia de IKEA es ofrecer muebles de bajo costo y alto valor, buscando entregar siempre productos de calidad a los clientes. Además implementaron un innovador diseño de muebles funcionales, que resultan económicos, prácticos, de fácil construcción y transporte. Éstos se exhibían en las tiendas, explicando sus funcionalidades e instructivos para ser armados posteriormente. Una vez elegido el producto los clientes los recibían con el “embalado plano”, lo que permitía disminuir el costo de almacenamiento y optimizar el transporte.

Esta empresa se destaca por tener una gran preocupación por los temas medioambientales, a través de una política que contiene reglas para el diseño de productos, relaciones con los proveedores, material educacional para los clientes en sus tiendas, entre otras medidas . Es así como la empresa se preocupa principalmente del impacto ecológico, fomentando el reciclaje en sus operaciones diarias. Lo anterior le permite aprovechar sus recurso al máximo, tanto en producción como en distribución, logrando asignaciones eficientes.

La preocupación medioambiental surgió debido a que en el año 1980 IKEA comenzó a enfrentar una serie de problemas en su producción. Este se debe a que los muebles requerían de paneles de fibras de madera en grandes cantidades, lo que genera emisiones tóxicas, específicamente de formaldehído. Lo anterior sobrepasaba los estándares permitidos por la ley Alemana, lo que lo llevó a buscar una solución para disminuir el impacto ambiental generado por la empresa. Es así como comenzaron a trabajar de manera cercana con los proveedores para asegurarse que la materia prima cumpliera con los estándares alemanes exigidos (Estandar E-1), extendiendo esta política para todos los proveedores de los distintos mercados en donde operaban. Esto generó ciertas dificultades para el empresa, dado que bajo estas resultaba un gran desafío encontrar proveedores que cumplieran requerimientos.

A su vez IKEA decide apoyarse en grupos medioambientales para cumplir

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