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Los Paradigmas Psicopedagógicos


Enviado por   •  30 de Septiembre de 2013  •  Ensayo  •  2.249 Palabras (9 Páginas)  •  349 Visitas

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LOS PARADIGMAS PSICOPEDAGÓGICOS COMO FUNDAMENCIÓN DE LA ACTIVIDAD DE LOS TUTORES

RESUMEN

El ensayo pretende fundamentar el trabajo de los tutores con base en cuatro paradigmas psicopedagógicos: cognitivo, humanista, sociocultural y constructivista. Se hace una revisión general de los principios de cada paradigma y cómo conciben a la educación, al alumno y al docente, así como las actividades del trabajo tutorial que se pueden emprender partiendo de estos referentes teóricos. Al final se concluye que el tutor es un mediador del desarrollo integral de sus alumnos.

INTRODUCCIÓN

A partir del documento Programas Institucionales de Tutorías (ANUIES, 2000), diversas Instituciones de Educación Superior han implementado las tutorías como una estrategia para reducir los índices de reprobación y deserción e incrementar la eficiencia terminal. Sin embargo, una parte importante de esta nueva función de los docentes ha descansado en criterios empíricos.

De la misma manera como no es posible realizar una operación a corazón abierto sin partir de una base científica, tampoco es posible desarrollar el trabajo docente en general, ni la labor tutorial en particular, sin contar con una base teórica. El propósito de este ensayo es fundamentar las actividades que los tutores realizan tomando como referencia los paradigmas cognitivo, humanista, sociocultural y constructivista.

LOS PARADIGMAS PSICOPEDAGÓGICOS

a) El concepto de paradigma en el trabajo tutorial.

Paradigma es el conjunto de teorías, suposiciones y conceptos que comparte una comunidad de científicos y que guían las acciones que siguen los estudiosos para generar conocimiento y encontrar soluciones a problemas prácticos. (Kuhn, 2005; Hernández, 2006). En ese sentido, los paradigmas son los filtros que impone nuestro cerebro y que nos permiten conocer, comprender e interactuar con lo que nos rodea.

¿Qué teorías permiten fundamentar las actividades de los docentes como tutores ¿Cómo entender la complejidad de factores que inciden en el desarrollo integral de los estudiantes? ¿Qué papel se concede el tutor a sí mismo y cómo se representa a sus alumnos? La revisión de los paradigmas psicopedagógicos nos permite responder a estas interrogantes.

b) El Paradigma humanista.

El humanismo niega toda visión parcial del ser humano ya que considera que el individuo deber ser comprendido en su contexto interpersonal y social. El objetivo del humanismo es buscar alternativas para que la escuela asegure el éxito académico así como el desarrollo personal y social de los alumnos. Sus supuestos teóricos consideran al hombre como un ser:

1. Cuya totalidad es mayor a la suma de sus partes

2. Que tiende a su autorrealización.

3. Que es consciente de sí mismo y de su existencia

4. Con facultades para decidir

El humanismo considera que la educación debe ayudar a los alumnos a decidir lo que son y lo que quieren llegar a ser. Afirma que todos los estudiantes son diferentes y es necesario propiciar su desarrollo para que forjen su propia personalidad y alcancen la autorrealización.

Dicho paradigma concibe al alumno como un ser único y total, con iniciativa, capacidad de autodeterminarse y con necesidades específicas. El docente es asumido como “un facilitador de la capacidad potencial de autorrealización de los alumnos” (Hernández, 2006) con quienes debe relacionarse con respeto, empatía y cooperación. Algunas estrategias que puede emplear el docente para desarrollar este ambiente son: usos de contratos, aprendizaje colaborativo y trabajos de investigación.

Una parte importante del la labor tutorial descansa en este paradigma. Los principios de la actividad tutorial tomados del humanismo son:

• Reconocer que cada individuo es diferentes, tiene necesidades específicas y requiere una atención personalizada adecuada a sus características particulares.

• Fomentar el respeto a la dignidad del ser humano y su realización. (Rubio et al, 2007)

c) El Paradigma cognitivo.

El centro de interés de esta propuesta radica en el estudio de las representaciones mentales y su influencia en el comportamiento humano. El propósito del paradigma en cuestión es contribuir al desarrollo de la potencialidad cognitiva del sujeto, por ello busca enseñar a pensar y aprender a aprender. Los supuestos teóricos del cognitivismo son:

1. Los procesos internos que ocurren en el ser humano explican su comportamiento.

2. La actividad mental es inherente al ser humano, además puede y debe ser intencionada.

3. El proceso de información en el ser humano se da de forma permanente.

4. Los procesos mentales del individuo determinan el procesamiento de información.

5. Cuando el individuo procesa información organiza sus representaciones mentales en su sistema cognitivo general.

El paradigma cognitivo considera que la educación debe enfatizar el desarrollo de las habilidades de aprendizaje: el conocimiento en sí mismo es insuficiente. Es necesario propiciar el aprendizaje significativo. De esta manera se concibe al alumno como un sujeto activo que procesa información a partir de sus esquemas previos. Dentro de esta visión se exige que el docente diseñe experiencias didácticas que mantengan activo al alumno para que alcance aprendizajes significativos.

En general los tutores no son especialistas en el área cognitiva, sin embargo consideramos necesario que los tutores se interesen por el desarrollo mental de sus alumnos. En ese sentido, algunas de las áreas que se pueden atender en el trabajo tutorial para fomentar el desarrollo de las habilidades cognitivas son:

• Metacognición.- Es hacernos consciente de nuestros propios procesos y productos del conocimiento. En las tutorías se puede realizar el análisis metacognitivo y la autointerrogación cognitiva. El primero consiste en buscar que los estudiantes exploren sus propios pensamientos y procesos metacognitivos cuando realizan una tarea de aprendizaje con la finalidad de obtener lecciones sobre cómo mejorar en una próxima ocasión (Díaz Barriga, 2002). Por ejemplo se puede dialogar con el estudiante para que haga conciencia acerca de cómo se preparan para presentar sus exámenes y qué acciones pueden emprender para mejorar sus resultados. La autointerrogación cognitiva consiste en una serie de preguntas que el sujeto se hace así mismo antes, durante y después de una tarea. Por ejemplo: ¿para qué voy estudiar una licenciatura o una ingeniería? ¿cómo lo estoy haciendo? ¿cuáles han sido los aprendizajes más significativos que he obtenido?

• Estrategias

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