NECESITAMOS UN AVIVAMIENTO
Enviado por kokoroshi • 29 de Agosto de 2014 • 1.010 Palabras (5 Páginas) • 513 Visitas
Necesitamos Un Avivamiento Como El Que Hubo en Tiempos Pasados En Otros Lugares
Al comienzo de la nación de los Estados Unidos de Norte América ocurrió un gran despertar espiritual. Los hombres que Dios usó fueron Jonatán Edwards, George Whitfield y Charles Finney. Se estima que una tercera parte de la nación norteamericana, que para entonces tendría como un millón de personas, se convirtió al Señor Jesucristo.
En el siglo 19, un grupo de hombres comenzó a reunirse a orar todos los días a la hora del almuerzo en la cuidad de Nueva York. Dios comenzó a obrar. Llegó el momento cuando más de mil grupos de oración se estaban reuniendo para orar por los Estados Unidos. Dios envió un gran avivamiento y miles de personas se apartaron del pecado y se consagraron al Señor Jesucristo. Cientos de miles de personas fueron salvas. No hubo un instrumento humano que se pudiese reconocer como el líder del avivamiento. Los grupos de oración fueron grandemente usados por Dios para traer avivamiento.
En la región de Gales, Inglaterra, ocurrió otro despertar espiritual. Comenzó con un minero que se convirtió a Cristo y empezó a orar por los otros mineros. Dentro de las minas, el Espíritu de Dios descendió sobre los mineros y comenzaron a convertirse hasta cientos a la vez. Comunidades enteras fueron transformadas por el poder de Dios. Se estima que a Inglaterra no le ocurrió lo mismo que pasó en Francia por causa de la predicación de Juan Wesley y su hermano Carlos. Cientos de miles de ingleses se convirtieron al Señor Jesucristo y la nación fue salva de un gran baño de sangre como el que ocurrió en Francia.
En una iglesia en Inglaterra, durante el siglo 19, dos ancianas se pusieron a orar por la Iglesia. La iglesia estaba muerta. Tenía un auditorio que acomodaba como tres mil personas. Y solamente asistían de 30 a 40 personas los domingos por la mañana. No tenía cultos los domingos por la noche. No tenía culto los miércoles por las noches. Sólo tenían cultos los domingos por las mañanas. Esas dos ancianas estuvieron orando por más de dos años todos los días pidiéndole a Dios que tuviera misericordia y enviara un avivamiento. En contestación a las oraciones de esas dos ancianas, Dios envió al evangelista D.L. Moody y su asistente, el Hno. Ira Sankey. Comenzaron a predicar a las 30 0 40 personas que venían y Dios comenzó a obrar. En menos de tres semanas, la iglesia se llenó. Sobre tres mil personas comenzaron a asistir. Cientos de personas se convirtieron al Señor Jesucristo. Dios envió un gran despertar espiritual sobre esa iglesia.
¿No te gustaría que eso ocurriera en tu iglesia? ¿No te gustaría ver un gran despertar en nuestras iglesias? ¿no te gustaría ver un gran avivamiento en nuestro pueblo? Entonces grita como gritó Habacuc: “Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer”. Y esté dispuesto a pagar el precio. Arregla tu vida con el Señor. Conságrate a él. Apártate del pecado. Busca de Dios. Ruégale que él avive su obra. Así nos ayude Dios.
Necesitamos ser avivados?
“Oh Jehová, he oído tu palabra, y
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