Bienestar psicológico o bienestar edaumónico

Marco Teórico

Adicción:^[a] 

Echeverúa (1999, citado en Fernández & López, 2010) señala que cualquier acción normal calificada como placentera, puede convertirse en una adicción. Bajo esta perspectiva, la persona que adquiere dependencia respecto de cierto tipo de actividad, pierde el control de la situación, condicionando un estado de filiación hacia esa conducta (Fernández & López, 2010).

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM), en su quinta edición, considera dos tipos de  clasificaciones para las adicciones, los dos grupos se diferencian en adicciones relacionadas a sustancias y no relacionadas a sustancias (Cía, 2014).  La primera se vincula al uso directo de drogas tales como cannabis, anfetaminas, nicotina, alcohol, etc., mientras que la segunda corresponde a adicciones conductuales tales como el juego de apuesta, adicción al trabajo y en menor o nula consideración la adicción a las nuevas tecnologías, internet y smartphones (Cía, 2014).

Adicción al Smartphone:^[b]

Se puede considerar que la adicción a las nuevas tecnologías, internet y smartphone, se ha diversificado en la actualidad, esto provocado por el incremento de conexiones a la red que se poseen hoy en día, por lo que se busca en esta interacción virtual la estimulación solitaria y la exploración de interacción social (Fernández & López, 2010).

En relación a lo que busca enfatizar ésta investigación, no se ha definido en la literatura una conceptualización para la adicción al Smartphone, por lo cual la definición conceptual más cercana a este tipo de adicción es la que se relaciona con la adicción a internet (Fargues, Lusar, Jordania, y Sánchez, 2009).  En esta línea la doctora Kimberly Young (1996, citado en López, 2004), propone que esta última sería un deterioro en el control de su uso el cual se manifiesta con síntomas cognitivos, conductuales y fisiológicos, lo cual genera distorsiones a nivel personal, familiar y profesional.  

Bienestar:

Conceptualización del Bienestar:

El bienestar se puede definir como el nivel en que juzga globalmente su vida una persona, en relación a la satisfacción personal, experiencias positivas y ausencia de síntomas depresivos (Gómez & Cogollo, 2010).

Ryan & Deci (2001, citado en Dierendonck, Abarca, Díaz, Jiménez, Gallardo, Valle, & Carvajal 2006) han propuesto clasificar los estudios que se han llevado a cabo en relación al bienestar en dos grandes tradiciones: una ligada a la felicidad (bienestar hedónico) y la otra vinculada al potencial humano (bienestar egeumónico).^[c]

Bienestar hedónico o bienestar subjetivo ^[d]

Según Campbell, Converse & Rodgers (1976, citado en Dierendonck, Abarca, Díaz, Jiménez, Gallardo, Valle, & Carvajal 2006) han considerado la tradición hedónica como un indicador de la calidad de vida, el cual está basado en las cualidades del medioambiente y el nivel de satisfacción que presentan los individuos. Bajo esta definición, se puede considerar que el bienestar subjetivo o tradición hedónica, está enfocado en la satisfacción que tienen las personas con la vida.

Bienestar psicológico o bienestar edaumónico. ^[e]

Por otro lado diversos autores (Maslow, 1968, Rogers, 1961 & Allport 1961 citado en Dierendonck, Abarca, Díaz, Jiménez, Gallardo, Valle, & Carvajal 2006) consideran que el bienestar psicológico o tradición edaumónica, se ha focalizado en el desarrollo y crecimiento de las cualidades personales, ambas consideradas como positivas para el funcionamiento global de los individuos, es decir, se enfoca en los valores que nos hacen sentir vivos y que nos hacen crecer como seres humanos (Tomás, Meléndez & Navarro, 2008 citado en Zubieta & Delfino, 2010).

Bienestar Social: ^[f]

Keyes (1998, citado en Blanco & Díaz, 2005) se refiere al término bienestar social como un constructo multidimensional, que puede ser medido en diversos ámbitos, ya sean afectivos como cognitivos y en diferentes contextos de la vida de una persona. Keyes (1998, citado en Blanco & Díaz, 2005) alude a que el término bienestar social se puede medir en cinco dimensiones, la primera de ellas se vincula con la integración social que  consiste en cómo es la calidad de las relaciones que mantienen las personas con el entorno social y con la comunidad donde considera como personas sana a quienes mantienen lazos sociales positivos con amigos, familia, etc. La segunda dimensión se relaciona con la aceptación social, la cual estima que el individuo se debe mantener en un grupo o comunidad y lograr sentido de pertinencia, pero además de esto, debe disfrutar de al menos dos características como: confianza, aceptación y actitudes positivas hacia los demás integrantes del grupo (como la bondad, honestidad, amabilidad, y capacidad), aceptación de los aspectos positivos y negativos de la comunidad o grupo, ya que ambos según el autor, son indicadores de salud mental.

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