Comportamiento Del Consumidor

Ensayo de la Película Mar Adentro

“La vida es un derecho, no una obligación”.

La vida, en sus variadas definiciones, se presenta para cada individuo de manera diversa e individual. Así como para algunos filósofos es la simple unión entre el cuerpo y el alma, para algunos científicos es la manifestación indiscutible de partículas, átomos, células que durante el tiempo en que un individuo nace y muere se manifiestan de manera activa aportando positivamente a lo que muchos conocemos como vida.

La película “Mar Adentro” plantea de una manera muy interesante uno de los temas más controversiales de hoy en día: la posibilidad de decidir sobre la propiedad de la vida. Ramón, un hombre adulto que después de un mal salto en el mar perdió la capacidad para moverse (cuadripléjico), 28 años después de estar postrado en una cama, sin poder comer por sí solo, sin poder moverse, sin poder suplir sus necesidades básicas, plantea la posibilidad de decidir sobre su vida y hablar sobre sus deseos de morir de una forma digna en oposición a seguir con una vida de muy baja calidad. “La muerte siempre ha estado ahí, ¿por qué se escandalizan si yo digo que me quiero morir?” dice en una de las escenas de la película.

La película se desenvuelve con la contradicción de las personas que rodean a Ramón, quienes insisten en convencerlo de que es una locura que él contemple la posibilidad de querer morirse. “Corre tu que puedes” es una de las frases que utiliza después de una discusión que tiene con una de las mujeres que lo intenta convencer de que la vida es maravillosa, pero cuando menciona esa frase en sus ojos se ve una tristeza que solo la ausencia puede causar. Su vida, esa de la que todos opinan está acabada, cabe señalar que en ese momento se puede notar claramente que la historia plantea de una manera muy sutil una idea y es que la muerte no es solamente la ausencia de un cuerpo vivo.

La muerte es también una experiencia que se puede sentir en vida, la muerte es una sensación constante que acompaña a los seres humanos en momentos en donde ni siquiera la fuerza y el poder de la vida son suficientes.

Más adelante, cuando las dos personas que acompañan constantemente a Ramón en su debate por decidir si vivir o morir, comienzan a involucrarse más directamente frente al tema, se introduce el gran debate que rodea la vida de este hombre y plantea varias preguntas, teniendo en cuenta que además de la posición de Ramón durante toda la película existen voces que se atreven a opinar sobre su vida, aun cuando el único dueño de esta sea él mismo.

En primer lugar existe la relación más cercana que es la de su familia, quienes tienen dentro de los roles que muestran en la película posiciones divididas. Por un lado están los que dicen que es una locura que Ramón plantee la posibilidad de morirse pues aunque él es el único dueño de su vida no es quien debe decidir cuándo debe terminar y contrario a estos existe la posición de su cuñada, quien vive diariamente a su lado y responde cuando le preguntan a ella que opina de la decisión que quiere tomar su cuñado Ramón y contesta “eso es lo que él quiere” permitiendo a los espectadores identificarse con la idea de que sobre su vida nadie distinto a él puede decidir.

De esta idea se desata una de las posiciones quizás más fuertes y controversiales que se plantean tanto en la película como en la actualidad que es la posición de la iglesia y/o las creencias religiosas. Dios como creador y dador de vida es el único que puede acompañar la decisión de Ramón quien en una mirada más profunda no es el propio dueño de esa vida, pues no es gracias a él que está vivo sino gracias a la divinidad del Dios creador. La religión por su lado nos muestra su posición clara, que ha sido debate también en temas como el aborto y el suicidio, y es que solo el Dios que da la vida decide cuándo quitarla; de no cumplirse de esa manera quien atente contra su propia vida o la de alguien más está condenado a no gozar

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