El Estres

La mayoría de las personas en la actualidad tienen un estilo de vida que les provoca

mucho estrés, ya que vivimos compitiendo con el tiempo vs las diferentes exigencias

cotidianas que debemos enfrentar. Algunos factores que generan estrés son las

responsabilidades familiares, económicas, laborales, sociales entre otras que al unirse se

convierten en un detonante que hacen del estrés parte de nuestras vidas. El estrés es la

respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan

amenazadoras o desafiantes.

Cabe destacar que uno de los factores que más produce estrés es el trabajo y las

responsabilidades que este conlleva. El estrés cobra un sentido positivo cuando lo

utilizamos para maximizar nuestros esfuerzos, ya que nos empuja a dirigirnos en búsqueda

de enfrentar retos para nuestro desarrollo personal, laboral o profesional. Los cambios

constantes a los que estamos expuestos también contribuyen a que estemos a la expectativa

para poder adaptarnos a ellos, asunto que genera muchas preocupaciones y desafíos al

querer desenvolvernos eficazmente en el entorno laboral sin que esto nos afecte.

El estrés puede ser positivo mientras este siempre controle nuestro funcionamiento

y se haga constante en nuestras vidas para poder enfrentar los diferentes retos. Existen

diferencias individuales que provocan que lo que es estresante para algunos no lo sea para

otros, ya que esto responde a nuestras diferencias individuales, ya sean equilibrio

emocional, problemas familiares, problemas laborales, problemas económicos y problemas

de salud. Todos estamos expuestos al estrés pero no tenemos las mismas capacidades para

enfrentarlo y obtener resultados positivos del mismo. El estrés nos hace productivos cuando

se hace presente al asumir retos, ya que podríamos responder a exigencias laborales

rápidamente, bajo condiciones difíciles y extenuantes.

Hay una marcada diferencia entre preocuparnos y ocuparnos y el estrés nos empuja

o mueve del estado de inacción de la preocupación hacia la acción. Son muchos los

cambios físicos que sufrimos bajo estrés y que a largo plazo podrían ser perjudiciales para

la salud entre estos la agitación, mal humor, sudoración, cansancio mental y físico,

ansiedad, conductas negativas, pensamientos y emociones negativas. Es importante

mencionar que no todos los ambientes de trabajo o situaciones producen estrés sin embargo

existen personas que por sus diferencias individuales actúan siempre bajo estrés por la falta

de controles y manejo adecuado de sus emociones.

Igualmente muchas personas podrían ser más productivos bajo estrés y otros no

lograrlo, ya que este podría producirles llanto, bloqueo mental y físico, desespero, lo cual

resultaría en un desempeño laboral no deseado. Siempre debemos propiciar nuestro mejor

estado en el cual tengamos control y balance sobre todas las acciones, porque también el

estrés podría provocar equivocaciones o descuidos lamentables.

La mayoría de las personas en la actualidad tienen un estilo de vida que les provoca

mucho estrés, ya que vivimos compitiendo con el tiempo vs las diferentes exigencias

cotidianas que debemos enfrentar. Algunos factores que generan estrés son las

responsabilidades familiares, económicas, laborales, sociales entre otras que al unirse se

convierten en un detonante que hacen del estrés parte de nuestras vidas. El estrés es la

respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan

amenazadoras o desafiantes.

Cabe destacar que uno de los factores que más produce estrés es el trabajo y las

responsabilidades que este conlleva. El estrés cobra un sentido positivo cuando lo

utilizamos para maximizar nuestros esfuerzos, ya que nos empuja a dirigirnos en búsqueda

de enfrentar retos para nuestro desarrollo personal, laboral o profesional. Los cambios

constantes a los que estamos expuestos también contribuyen a que estemos a la expectativa

para poder adaptarnos a ellos, asunto que genera muchas preocupaciones y desafíos al

querer desenvolvernos eficazmente en el entorno laboral sin que esto nos afecte.

El estrés puede ser positivo mientras este siempre controle nuestro funcionamiento

y se haga constante en nuestras vidas para poder enfrentar los diferentes retos. Existen

diferencias individuales que provocan que lo que es estresante para algunos no lo sea para

otros, ya que esto responde a nuestras diferencias individuales, ya sean equilibrio

emocional, problemas familiares, problemas laborales, problemas económicos y problemas

de salud. Todos estamos expuestos al estrés pero no tenemos las mismas capacidades para

enfrentarlo y obtener resultados positivos del mismo. El estrés nos hace productivos cuando

se hace presente al asumir retos, ya que podríamos responder a exigencias laborales

rápidamente, bajo condiciones difíciles y extenuantes.

Hay una marcada diferencia entre preocuparnos y ocuparnos y el estrés nos empuja

o mueve del estado de inacción de la preocupación hacia la acción. Son muchos los

cambios físicos que sufrimos bajo estrés y que a largo plazo podrían ser perjudiciales para

la salud entre estos la agitación, mal humor, sudoración, cansancio mental y físico,

ansiedad, conductas negativas, pensamientos y emociones negativas. Es importante

mencionar que no todos los ambientes de trabajo o situaciones producen estrés sin embargo

existen personas que por sus diferencias individuales actúan siempre bajo estrés por la falta

de controles y manejo adecuado de sus emociones.

Igualmente muchas personas podrían ser más productivos bajo estrés y otros no

lograrlo, ya que este podría producirles llanto, bloqueo mental y físico, desespero, lo cual

resultaría en un desempeño laboral no deseado. Siempre debemos propiciar nuestro mejor

estado en el cual tengamos control y balance sobre todas las acciones, porque también el

estrés podría provocar equivocaciones o descuidos lamentables.

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