Escuela Rural
Enviado por sonny_2002 • 31 de Octubre de 2013 • 1.335 Palabras (6 Páginas) • 263 Visitas
LA “ESCUELA DE LOS SIN TIERRA”: UN
MODELO SOCIOCRÍTICO DE ORGANIZACIÓN DE
LA ESCUELA RURAL
Manuel Lorenzo Delgado
Catedrático de Organización Escolar de la Universidad de Granada
Director del Grupo de Investigación AREA
“Si doy comida a los pobres, me llaman santo.
Si pregunto por qué pasan hambre, me llaman
comunista”.
Monseñor Helder Cámara
“Lo que más diferencia al núcleo de mayores
ingresos de los demás es su perfil educativo; los
pobres están doblemente penalizados; a su
condición de pobreza suman sus dificultades en el
acceso y permanencia en los centros educativos y la
baja calidad de los servicios recibidos (...). En
América Latina se está educando desde y para la
desigualdad, con consecuencias que agravarán la
fractura social vigente”
José Rivero
1. El contexto
Desde perspectivas bien diferentes las dos citas precedentes ponen de
relieve una misma realidad: la incidencia de la economía en la vida social
iberoamericana, y en cualquier economía, y por ende su capacidad para
condicionar decisivamente los procesos de reforma y mejora de los
correspondientes sistemas educativos.
Pues bien, si alguna unanimidad existe hoy en torno a las relaciones
económicas en su globalización. La educación en América Latina resulta
incomprensible, en estos momentos, si se le analiza fuera del proceso general
de esta globalización que es, sobre todo, económica.
En el primer Seminario Internacional de Latinoamericanistas, celebrado en
Granada en Junio, Carlos Berzosa (2002) hizo, como economista, una clara
disección del tema. La globalización es la fase actual del capitalismo
caracterizada porque “pretende eliminar las barreras físicas y reglamentarias,
que entorpezcan la libertad de circulación de mercancías y de capitales, y de
todo lo que suponga alguna traba para la reproducción del capital”.
El valor y la importancia de las finanzas es su elemento más distintivo.
Justamente en eso es en lo que más se ha avanzado en la construcción de un
mercado único: en el dinero.
La especulación viene generando alarmantes y dolorosas -para los más
débiles, sobre todo- crisis monetarias en América Latina: Argentina, Uruguay,
Brasil... han sido noticias de primera página en los medios de comunicación
recientemente.
La globalización financiera fomenta la desigualdad y aumenta el poder de los
grandes grupos económicos pues, como dice textualmente el autor:
“Todas estas crisis se han saldado con pérdidas, no sólo de reservas
monetarias y de recursos de pequeños ahorradores, sino que han
necesitado para su salida el llevar a cabo ajustes económicos, que en
los países menos desarrollados han sido muy dañinos para los más
pobres y vulnerables, como mujeres, niños y personas de edad
avanzada”.
Tres conocidos mecanismos posibilitan y caracterizan esta fase del
capitalismo actual: liberalización, privatización y desregulación (o
autorregulación del mercado). A su amparo y bajo su influencia se ha
desarrollado la educación en Latinoamérica en la última década, caracterizada,
a pesar de todo, como un período de reformas generalizadas en todos los
sistemas escolares y en una enorme preocupación por la mejora y la calidad de
la misma.
José Rivero (1999), en su trabajo “Educación y exclusión en América Latina.
Reformas en tiempos de globalización”, hacer ver que la principal consecuencia
de la globalización para estos países es la pobreza y, especialmente, la
pobreza educativa que inexorablemente hoy conduce a la otra pobreza, ya
que:
“situarse fuera de la pobreza demanda hoy completar el ciclo secundario y
llegar a un umbral de por lo menos doce años de estudio” (pág. III).
La pregunta sale espontánea: ¿Cuántos niños en América Latina llegan hoy
a ese nivel de escolarización sin verse excluidos del sistema? ¿Cuántos, pues,
viven condenados a la pobreza?
Una pobreza educativa que, según el análisis que realiza el autor, tiene las
siguientes expresiones:
• el analfabetismo
• la diferencia de oportunidades de estudio
• la exclusión educativa en cuanto al acceso, la permanencia y la
eficiencia en el sistema y
• el malestar docente por la escasa valoración de su profesionalidad.
El elemento clave para salir del círculo vicioso de los desheredados de la
globalización, abocados a la pobreza educativa y económica es el desarrollo de
programas compensatorios y de “políticas de discriminación positiva” a
favor de los menos afortunados (generalización de la Educación Infantil,
programas de alfabetización, vinculación con el sistema productivo, educación
básica en la niñez campesina e indígena...).
Otros autores, como Iguiñiz y Claudia Dueñas (1998), desde Perú, realizan
análisis similares. Para ellos, el modelo de las numerosas reformas educativas
actuales ha fracasado a la hora de conciliar la cantidad con la calidad y con la
equidad, de integrar transformación productiva, equidad social y
democratización. Para reconstruir el modelo reformista los
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