Espacio de la práctica docente
Enviado por moniodda • 4 de Marzo de 2020 • Examen • 1.561 Palabras (7 Páginas) • 131 Visitas
ISFDyT N° 210
Profesorado de Educación Secundaria en Historia
Materia: Espacio de la práctica docente II.
Docentes: Mentasti Rocío / Basseni, Rocío.
Primer Parcial Domiciliario
Alumna: Odda, Mónica G.
Año: 2019.-
Consigna N° 1: Rol Docente.
Al abordar a través de la observación la selección de viñetas creadas por el psicopedagogo y dibujante italiano, Francesco Tonucci, más conocido como Frato, presentada por las docentes, es posible identificar y analizar en ellas el rol docente, dentro de la historia de la formación docente vinculada a la escuela moderna.
Viñeta N° 1:
[pic 1]
En referencia a ésta viñeta es viable seguir el análisis propuesto por Siede (2007), quien aborda las diferentes modalidades con las que es posible hacer una analogía de la función docente en su sentido político a lo largo de la historia, con algunas figuras literarias.
Esta ilustración puede ser asociada con la descripción del docente Superman, aquel docente súper héroe que trabaja solo; ya que en la imagen se ve sobrevolar una comunidad a adultos que bien pueden ser identificados como docentes.
En la viñeta solo aparecen docentes, no hay alumnos, postura que los coloca como aquellos docentes que deben saberlo todo, aquellos que simbolizan a un profesional capaz de resolver todo lo que se le presente, negando el conflicto ya que son reproductores del orden social dado; mostrándose como sujetos que tienen el monopolio del saber, lo que los coloca en lo alto del prestigio social, perfil de docente que se condice con el modelo pedagógico normalista.
En la siguiente figura, puede apreciarse una especie de teatro de títeres en el cual los alumnos y el profesor son los personajes representados.[pic 2]
Esta manipulación por encima de ellos puede ser asociada al Estado, como aquella institución que establece de forma rígida los saberes socialmente relevantes, los cuales son reproducidos por un docente que responde al modelo pedagógico tradicional, garante del orden social, donde la obediencia a un superior dejan por fuera la espontaneidad y el deseo del niño ([a]Huergo 2015).
Las figuras siguientes hacen foco en los contenidos.
[pic 3][pic 4]
Al respecto, Terigi (1999) cita a Stenhouse (1991, pp 35-36) en referencia a que la escuela mas que una productora de conocimientos es una distribuidora del mismo y a su vez este conocimiento es producido por diferentes centros de investigación y a través de lo que se conoce como transposición didáctica ese conocimiento toma la forma de contenido escolar y es el currículum la herramienta que sintetiza esta compleja relación, constituyéndose así en el objeto a enseñar.
Pero bien, la práctica educativa no puede ser circunscripta pura y exclusivamente a los contenidos, Alliaud y Antelo (2009) reflexionan a cerca de que, para enseñar no basta con saber, entendiendo este saber como el conocimiento de los contenidos a enseñar. Resulta también necesario como docentes contar con un saber que haga referencia a como enseñar.
Para ello, la vocación como aquello que es dado naturalmente, el amor por llevar adelante la tarea de enseñar a la que se es llamado, no basta.
En un primer momento, antes de la implementación del modelo normalista, aquellas personas motivadas por su vocación y que a su vez contaban con conocimientos en determinados temas eran los encargados de la enseñanza. Luego el normalismo, hizo hincapié en la sistematización de la formación docente, cuyas destinatarias fueron sobre todo mujeres, las cuales llegaban a estudiar la carrera docente motivadas sobre todo, por su vocación de enseñar, motivación que hasta nuestros días se hace presente muchas veces a la hora de la elección de la profesión docente.
Pero bien, trabajar por una formación del docente como profesional, donde la práctica tiene un peso muy importante, ya que ésta permite aprender a enseñar resulta ineludible.
Formarse como docente también implica entender la importancia de conocer el contexto y los destinatarios al momento de la enseñanza, pero para ello es fundamental estar, hacerse presente, involucrarse y capacitarse para adquirir un saber de la condición social del lugar donde se enseña, romper con la inercia de cambiar para que nada cambie, de nada sirve cambiar los temas, pero no las formas, como puede verse reflejado en la siguiente imagen:
[pic 5]
Este conocimiento del contexto y los destinatarios seguramente no conduzcan a garantizar el éxito o el fracaso a la hora de enseñar. Pero es importante entender la instancia del fracaso como aquella experiencia de la que se pueden extraer enseñanzas.
Trabajar contra el fracaso, justamente es discutir las causas del por qué se ha fracasado, narrar la carrera, constatar el trabajo propio y poder intercambiarlo.
Conocer los destinatarios y el contexto en el que se enseña implica también una dimensión política del rol docente como garantizador de derechos, que comprende una igualdad diversa, igualdad relacionada en cuanto a derecho a ser educados y a aprender.
...