“LA FLEXIBILIDAD CURRICULAR, UN CAMINO HACIA LA CALIDAD EDUCATIVA”

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEL GOBIERNO DEL ESTADO[pic 2]

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR Y SUPERIOR

CENTRO DE INVESTIGACIÓN PARA LA ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA

PARTICULAR INCORPORADO

ACUERDO NUM. ES-03095[pic 3]

DOCTORADO EN GESTIÓN EDUCATIVA

ASIGNATURA: FLEXIBILIDAD CURRICULAR

CATEDRÁTICO: MA EUGENIA TELLEZ RODRÍGUEZ

PRESENTA: MARIBEL LOREDO GARCÍA

“LA FLEXIBILIDAD CURRICULAR, UN CAMINO HACIA LA CALIDAD EDUCATIVA”

Rioverde, S.L.P., a 11 de Octubre de 2018

LA FLEXIBILIDAD CURRICULAR, UN CAMINO HACIA LA CALIDAD EDUCATIVA

En el siglo XXI el sistema educativo enfrenta una serie de retos que se tienen que valorar, para saber cómo abordarlos y hacer realidad lo que se espera de él en  la sociedad del conocimiento, en la cual hablamos de un controversial concepto denominado  “globalización”, que repercute en un mercado común al que tienen que atender con la misma calidad y amplitud de conocimientos comunes, que los lleven a mostrar su competitividad en el ámbito internacional.  De esta manera se puede decir que el  sistema educativo se rige  por tres tendencias propias: el desarrollo del conocimiento, los procesos de innovación de las tecnologías de información y la capacidad de aprender, que afectan a sus organizaciones  y demandan una mayor flexibilidad  en las organizaciones.

La flexibilidad como concepto  ha  ido ganado gran  importancia y espacio dentro del ámbito  escolar, de la misma manera que en los procesos productivos; ya que desde tiempo atrás se ha abordado este término como un desafío del neoliberalismo, producto de la globalización,  de la creciente necesidad de transformar las estructuras organizacionales, de las diferentes formas de interacción  y del trabajo de los sistemas educativos, para hacerlos acordes al avance de la sociedad y de esta manera cubrir las necesidades que estos cambios originan. Sin embargo, a decir de Díaz Villa: A pesar de su relevancia en los estudios y debates educativos, la flexibilidad se considera aún como un concepto amplio, difuso, difícil de definir y analizar.

En  el ámbito  educativo es muy común escuchar expresiones como instituciones, maestros, aprendizaje, relaciones pedagógicas y currículo, que estrechamente se ligan con el concepto de flexibilidad,, el cual se puede definir como:  la capacidad que posee o contempla un plan de estudios en lo que concierne a posibilidades de diversificación en atención a orientaciones o especializaciones de una carrera, de su adecuación, ámbitos particulares de desarrollo de la práctica profesional, y la incorporación de diferentes intereses y necesidades del estudiantado y del profesorado. Todo esto  tiene un vínculo relacionado con la transformación de las bases colectivas de la sociedad económica, cultural y tecnológica, que son reproducidas a través de todas las instituciones educativas en sus diferentes niveles y modalidades.  Pero es precisamente en este campo en donde se encuentra la influencia fundamental tanto en la forma, como en el contenido de las transformaciones sociales.

No sólo es necesario contar  con una educación pública y gratuita;  sino que cada vez son más las exigencias que en el país se manifiestan, como por ejemplo que a través de ella se garantice el derecho a educación de calidad; tal y como lo menciona la Reforma Educativa, que  promueve  una transformación profunda del sistema educativo para lograr alcanzar la mejora del sistema. Es decir,  se pretende que todos los estudiantes se formen integralmente, tal como señala el artículo 3º constitucional, y logren los aprendizajes de los alumnos, esto implica asegurar la eficacia y eficiencia del servicio educativo que se presta en los centros educativos, conlleva, además, a asignar nuevos significados y funciones de los actores encargados de preservar la calidad educativa y a fortalecer los procesos de gestión y autonomía escolar.

Entendiendo así la autonomia de gestión como aquella la flexibilidad que posee la  comunidad educativa de tomar decisiones para generar mejores ambientes en favor del aprendizaje, en función de su contexto, con base en relaciones de colaboración y corresponsabilidad en sus procesos y resultados, en un marco normativo nacional.

Por medio de esta autonomia de gestión se deberá desarrollar y/o fortalecer una cultura del trabajo colaborativo, autogestivo y corresponsable bajo el liderazgo directivo que le lleve a tomar las mejores decisiones para mejorar las condiciones escolares y optimizar el uso de sus recursos con la finalidad de obtener resultados educativos satisfactorios.

De igual manera, a través de la gestión escolar deberá desarrollar  ambientes pacíficos, armónicos,  democráticos e inclusivos que contribuyan a la mejora de los aprendizajes.

Asi como la participación de estudiantes, maestros, padres de familia y comunidad, bajo el liderazgo del director y el acompañamiento cercano de la supervisión y del sistema de asistencia técnica, es determinante en la resolución de los retos que cada escuela enfrenta y que necesita para formar alumnos exitosos en el siglo XXI. Actualmente podemos decir que  nos  encontramos en pleno proceso de implementación de estos complejos cambios para todos, sin exclusión, ni discriminación, lo que exige un gran reto para el  estado, quien se considera el  regulador del mercado educativo que controle el uso de los recursos públicos, para hacer efectiva,

Dicho  reto consiste en diseñar un sistema educativo que obligue al Estado a garantizar el derecho a la educación de calidad para todos y que, al mismo tiempo, ofrezca a las comunidades educativas la posibilidad de expresar, a través de los planes y programas de estudio, las características, intereses y necesidades propias de los contextos culturales en los cuales se insertan, respondiendo a la diversidad y multiculturalidad que caracteriza la sociedad actual.

Por ello la flexibilidad curricular y pedagógica se reconoce como un valor esencial para promover la contextualización de los aprendizajes, con énfasis en la participación social de la comunidad en el proceso educativo.

...