La Calidad De Los Hoteles

LA CALIDAD EN LOS HOTELES

El hotel es un negocio que se encuadra en el sector de los servicios y que se ha convertido en una referencia para millones de personas de un amplio espectro social que acuden a el, no solo como el objetivo del descanso nocturno, si no como múltiples razones que van más allá del simple hecho de tener una habitación para pasar una noche.

La calidad no pude ser considerada como un fin, sino como un principio. El déficit de calidad de los hoteles se trata de aplicar con una “formación acelerada” en realidad, implantando modelos que buscaban el desarrollo de una imagen promocional y no una cultura de valores.

La calidad parte de la firme creencia que el cliente no puede ser engaño ni poco ni mucho. Al cliente hay que ofrecerle y darle lo que hemos asumido y garantizado, es decir, productos y servicios honestos, que pueden tener fallos pero no liberados.

Si nosotros ofrecemos habitaciones, estas deben ser, por principio:

• Limpias

• Higienizadas

• Con la ropa de la cama (toda) en perfecto estado.

• Con la iluminación suficiente

• cómodas y confortables

• apropiadas para leer, trabajar, entenderse, etc.

• Aseos-cuarto d baño en perfecto estado.

• Informe sobre el entorno.

Estos indicadores que son normales para una estancia feliz del cliente, en muchos casos no son ofrecidos en las condiciones requeridas.

El origen

Cuando William Edward Deming viajo en 1950 a Japón y tuvo oportunidad de reunirse con directivos de empresas japonesas para hablarles del control estadístico de calidad, estaba poniendo los pilares de un nuevo boom cuyo desarrollo espectacular se efectuaría a partir de los años 80.habian pasado tres décadas y los japoneses ponían sus productos en los mercados internacionales con un solo distintivo: calidad.

La calidad es por si misma una consecuencia de la propia modernidad, de los avances de este siglo y de la posibilidad de poder elegir un mayor número de productos y servicios dirigidos especialmente dirigidos a ella, pero que además está diseñado para satisfacer en el momento adecuado a los clientes que los compran.

La calidad se hace presente en cada persona cuando al disfrutar de producto o servicio lo percibe extraordinariamente, ya que cumple con lo que esperaba.

A través de los tiempos, la calidad ha ido implícita en el ser humano, en sus actividades, en sus resultados. Los romanos hacían un cultivo vitalista de la calidad. Grandes y refinados festines, donde los manjares más selecto y mejor elaborados eran la expresión practica y real de la calidad.

Siempre ha existido la calidad, aunque se expresaba y sentida de formas diferentes. La calidad forma parte de la humanidad y de su evolución. La calidad llega a la mayoría a través de productos y servicios que satisfacen a unos con todo lujo de atributos y a otros de una manera más sencilla, aunque en ambos casos tienen el sello inconfundible de la calidad.

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