MODELOS DE DISEÑO INSTRUCCIONAL

Nombre del estudiante: Víctor Manuel Pinedo Fernández

Nombre del trabajo: Reporte de Modelos Heteroestructurales y Autoestructurales

Fecha de entrega: 27 de octubre de 2014

Campus: San Ángel

Carrera: Maestría en Ciencias de La Educación

Materia: Modelos de Diseño Instruccional

“La ignorancia absoluta no es el mayor de los males

ni el más temible, una vasta extensión de

conocimientos mal dirigidos es cosa peor.”

Platón

Introducción

La educación es parte fundamental del desarrollo de cualquier país. Los niños que ahora se encuentran en las primarias dentro de unos años constituirán la fuerza laboral que sostendrá la economía de todo México; es de ésta premisa, la educación debe ser útil y satisfacer las necesidades de cada persona y de la sociedad dentro de los esquemas socioculturales que vivimos actualmente.

El cúmulo de conocimientos no asegura una vida digna. Si pudiéramos poner como base que la educación tiene que ir más allá de sólo acumular conocimientos en las mentes de las personas y que debe dar los medios para que cada uno moldee y construya de forma libre su propia vida, y al mismo tiempo que nos permita integrarnos en la evolución al ritmo que marca la sociedad. Estaríamos en realidad contextualizando que una de las variables para ayudar al desarrollo del país mediante en el ámbito educativo, recae definitivamente en los modelos de diseño Instruccional que se manejan día con día en las aulas en todos los niveles educativos.

Los modelos pedagógicos deben ir encaminados para darle a cada individuo una razón para estudiar. Es interesante analizar las formulaciones que destacó César Coll acerca del currículum y que debemos considerar y responder por los pedagogos de todo el mundo: ¿Qué enseñar? ¿Cuándo enseñar? ¿Cómo enseñar? Y ¿Qué, cuándo y cómo evaluar? Y por otro lado, las acepciones de los dos grandes modelos pedagógicos que según Not han existido a través de la historia: los heteroestructurales y los autoestructurales.

La influencia de los modelos pedagógicos tiene impacto en la visión educativo en México. Las visiones heteroestructurales consideran que la creación del conocimiento se realiza por fuera del salón de clases, y por ello, le asigna a la escuela el papel de transmisora de la cultura humana. Y por otro lado los enfoques autoestructurales establecen que el niño tiene todas las condiciones necesarias para crear su propio desarrollo y por ello deberá convertirse en el centro de todo el proceso educativo. El equilibrio de éstas vertientes pedagógicas pueden constituir un modelo educativo sólido para los nuevos esquemas de enseñanza que tienen su perspectiva en la tecnología actual.

Desarrollo

La escuela tradicional y las visiones heteroestructurales

De acuerdo con el ensayo de Julián de Zubiría , la escuela tradicional privilegió como finalidad educativa el aprendizaje de conocimientos específicos y de las normas de convivencia familiar y social, aspirando con ello a que el acervo de la cultura fuera adquirido por las nuevas generaciones y a que éstas alcencen su mayoría de edad, imitando y copiando lo que han elaborado culturalmente quienes les han antecedido. En este sentido, el principal papel del maestro será el de “repetir y hacer “repetir”, “corregir” y hacer corregir”, en tanto que el estudiante deberá imitar y copiar, ya que gracias a la reiteración que podrá aprender conocimientos y normas . Por consiguiente, es una escuela en la que los aprendizajes carecen de significancia.

La escuela activa y las visiones autoestructurantes

Zubiría agrega que la escuela activa realiza una revolución pedagógica comparable con la realizada por Copérnico en la historia de la física según la analogía utilizada Claparéde. De una posición abiertamente centrada en el maestro y enla que el estudiante gira en torno a él, se pasa a una posición radicalmente paidocentrista. El niño es el nuevo eje de la educación, es el “padre del adulto” según la expresión montessoriana. En la escuela activa, se coloca al niño con el centro: él es quien aprende y se autoeduca. Por ello, la educación deberá respetar y promover sus intereses, de manera que se garantice que se le dé respuesta a sus necesidades.

En este sentido, Zubiría afirma que el problema esencial de toda educación es resolver el interrogante en torno al tipo de hombre y de sociedad que se quiere contribuir a formar y que todas las teorías pedagógicas se han enfrentado y han tenido que dar respuesta a esta pregunta. Cada propuesta educativa presupone una predeterminada concepción del ser humano y de la

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