PRODUCTO O PRAXIS DE CURRICULUM

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PRODUCTO O PRAXIS DE CURRICULUM

CAPITULO VI                          EL CURRICULUM COMO PRAXIS

Se considera una orientación fundamental en relación con el currículum caracterizada por la emancipación, siendo incompatible con la corriente técnica, sin embargo, compatible con el práctico. El interés técnico parece constituir una visión del mundo exclusiva, de modo que el conocimiento y la práctica informados por ese interés excluyen otras cosmovisiones más interpretativas. Así, cuando se otorgue importancia al proceso educativo, ya engendré dicho proceso una forma crítica o acrítica de dar sentido a las cosas, lo que no impide la simultanea preocupación por el resultado práctico.

Para hablar de praxis en acción, es importante mencionar el programa de alfabetización de Freire, el cual incluía tres principios fundamentales: que los aprendices deben ser participantes activos del programa de aprendizaje, que la experiencia de aprendizaje debe resultar significativa para el aprendiz y que el aprendizaje debe estar orientado en sentido crítico.

La educación, padece la enfermedad de la narración, la narración convierte a los alumnos en contendores que han de ser llenados por el profesor. Cuanto más llene los receptáculos, mejor será el docente, cuanto mayor sea la docilidad de los receptáculos para permitir su llenado, mejores alumnos serán. Esta es una descripción metafórica del interés técnico del curriculum, adjudicando al alumno el papel del receptor pasivo de la experiencia educativa. Por el contrario, la otra cara de la moneda, el interés emancipador compromete al estudiante, no sólo como receptor activo, sino como creador activo del mismo junto con el profesor. Es por ello que la liberación de la educación consiste en actos de cognición, no en transferencias de información.  Se trata principalmente de una situación de aprendizaje en el que el objeto cognoscible media entre los actores cognitivos. El profesor deja de ser quien enseña, para ser él mismo enseñado en el dialogo con los alumnos, quienes, a su vez, son enseñados y también enseñan.

El propósito de que los alumnos sean participantes activos en la construcción del aprendizaje consiste en que éste se hace significativo. En un proceso de liberación de la educación, el significado es cuestión de negociación entre binomio profesor- alumno, desde el principio de la experiencia educativa. Para el profesor- alumno que se plantea problemas, dialógico, el programa de contenido de la educación nunca es un regalo o una imposición, sino más bien es la representación organizada, sistematizada y desarrollada para los individuos de las cosas sobre las que quieren saber más.

Por lo tanto, el contenido del curriculum extrae su significación, no de sus fines, sino de sus comienzos. La sustancia de la experiencia educativa es cuestión de negociación entre el profesor y alumnos. Siendo así, la liberación de la educación nunca consiste en una experiencia de aprendizaje de uno a uno. De este modo, llegamos a la idea de pedagogía critica de la obra de Freire.

La pedagogía critica no se conforma con situar la experiencia de aprendizaje en el contexto de la experiencia del alumno; se trata de un proceso que toma las experiencias tanto del alumno como del profesor y, a través del dialogo y la negociación, las reconoce como problemáticas. La educación que plantea problemas permite, e incluso estimula, que los alumnos y profesores se enfrenten juntos a los problemas reales de su existencia, de sus relaciones y contexto. Siendo ésta una notable diferencia respecto al sistema tradicional de educación, que está centrado por completo en problemas, se ocupa de pseudoproblemas planteados por el profesor a los alumnos. Esta forma de pedagogía critica, a diferencia de los procesos pedagógicos tradicionales, coloca el control del conocimiento, tanto en la producción como la aplicación del saber en el grupo de aprendizaje y no en otra parte. La participación en la acción pedagógica, en esta perspectiva crítica, es comprometerse en una forma de praxis. La praxis es la forma de acción practica con el fin de comprender las consecuencias de los intereses constitutivos de conocimiento técnico y práctico. En relación con este contexto es importante mencionar los siguientes apartados de la obra de Freire.

1. Los elementos constitutivos de la praxis son la acción y la reflexión. La praxis es una relación reflexiva en la que cada una construye a la otra.
2. La praxis se desarrolla en lo real, no en un mundo imaginario o hipotético. El punto de partida para organizar el programa de contenido de la educación o de la acción debe ser la situación presente, existencial, concreta, que refleje las aspiraciones de las personas como in problema que las desafía y requiere una respuesta.
3. La realidad en la que tiene lugar la praxis es el mundo de la interacción, el mundo social o cultural. Así la praxis, como la acción práctica, constituye una forma de interacción.
4. El mundo de la praxis es el mundo construido, no el natural. Los hombres, como seres de praxis, difieren de los animales, que son seres de actividad pura. En contraste, los hombres salen del mundo, lo objetivan y haciéndolo pueden comprenderlo y transformarlo mediante su trabajo. Así, la praxis no sólo tiene lugar en el mundo construido, sino que es el acto de construir o reconstruir de forma reflexiva el mundo social.
5. La praxis supone un proceso de construir un significado de las cosas.

En todos sus escritos, Freire, se refiere a la educación liberadora, por ello su obra informa un interés emancipador. Por ello está en estrecha relación con la obra de Habermas, quien dice que la libertad constituye un interés humano fundamental sobre la base de que el habla, por su misma naturaleza, tiene en si implícito el principio de la libertad. Dicho de otro modo, más sencillo, argumenta que, el acto de habla humana implica la intención de comunicar. La comunicación supone que los participantes son capaces, al menos en potencia de determinar la diferencia entre enunciados verdaderos y falsos. Sin embargo, como la única definición defendible de verdad consiste en aquello en lo que todos los agentes concordarían, la libertad de los agentes humanos está implicada también en el habla humana. Tanto en la obra de Freire como en la Habermas, encontramos la noción de indisolubilidad de la palabra y la libertad. La emancipación se convierte en el acto de descubrir la propia vos, y sólo puede darse en condiciones de justicia e igualdad.

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