Problemática de la literatura infantil

Problemática de la literatura infantil

La definición y su existencia de la llamada “literatura infantil” han sido largas y persistentes. Su existencia es, hoy por hoy, aceptada en el mundo entero, no sin antes haber pasado por un proceso de evolución conceptual en lo que se concierne el niño, a la literatura y a la significación de ambos dentro del ámbito socio-cultural.

Son todas aquellas producciones literarias orales y escritas compuestas para desarrollar la fantasía, imaginación, creatividad, sensibilidad, conocimiento y adquisición de la lengua de infantil y primeros cursos de primaria.

Muchos autores clasificados, estudiosos de la Teoría Literaria, como Benedeto Croce, no dudaron en negar la existencia de una “literatura” que no cumplía con los rasgos mínimos para alcanzar la verdadera condición de obra literaria. Una producción “pseudo literaria” para niños, llena de diminutivos y de mensajes “moralistas”, abundan en la historia de los primeros intentos por escribir literatura apropiada a los niños.

Por el contrario, obras de verdadero valor literario, que no fueron escritas pasando en el público infantil, han tenido una aceptación total, convirtiéndose en las lecturas literarias obligadas de cualquier docente que pretenda acercarse a los gustos, exigencia y necesidades de este tipo particular de lector.

Por ejemplo, en el siglo VXII, cuando no existía todavía un uso generalizado del término “Literatura Infantil”, encontramos en Francia autores como Racine, Fnelon y La Fontaine escribiendo expresamente para los niños, pero solo para sus alumnos: los niños de Corte Francesa.

Los Fontaine, por ejemplo, confiesa de manera expresa en el prologo de su libro de fabulas que estas fueron intencionalmente escritas “para enseñar y entretener al joven príncipe Delfin”.

Que narrar, como buscar y seleccionar relatos

¿Qué narrar? Desde luego, todo depende de los deseos expectativas circunstancias de cada persona. Por ello, la forma de responder esta pregunta variara mucho de acuerdo a quien se propone narrar, en qué lugar y cuales circunstancias.

La selección de relato adecuado debe realizarse en función de las características especificas del público (edad, ocupación, intereses personales, perfil cultural...), de los intereses personales del narrador y de las circunstancias concretas en las cuales habrá de narrar.

1. Tres criterios generales

Entonces, ¿Qué narrar? Mi experiencia, así como la de, numerosos narradores cuya actividad he estudiado, me hace concluir que uno debe escoger un relato que, ante todo, le guste o interese a uno mismo; que lo sienta y lo atraiga. De no ser asi, la narración resultara falsa, vacía, externa y no contara con la resonancia interior necesaria que permita imprimirle su gracia.

Cuando y como narrar

Se ha podido ver progresivamente, la forma en la cual podía prepararse para narrar relatos de manera interesante y placentera.

Ha llegado el gran momento, pues, de narrarlos y seleccionar las circunstancias y adecuar a ellas la manera más propicia para hacerlo. Seguramente recordara que los buenos narradores son capaces de contar un mismo relato de manera muy diversos, según la situación.

Son variadas las circunstancias en las cuales se narra y también lo son las maneras de narrar varia con el contexto social y cultural, pero depende más aun de la personalidad de artista. Cada cual narra según su personalidad pero también según la historia, donde y a quienes lo están haciendo y según el clima que crea.

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