CASO: RICARDO ALDAPE GUERRA
Enviado por ALMA MELISSA TIJERINA • 9 de Marzo de 2017 • Ensayo • 6.363 Palabras (26 Páginas) • 902 Visitas
CASO: RICARDO ALDAPE GUERRA [pic 1] | ALMA MELISSA TIJERINA LOPEZ. MATERIA : DERECHOS HUMANOS MATRICULA: 1664575 AULA : 208 MONTERREY N.L A 4 DE NOVIEMBRE DE 2016
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- INTRODUCCION
“Me robaron 15 años de mi vida. No volvería ni loco a los Estados Unidos”
Ricardo Aldape Guerra
Un asunto de valiosa importancia para el gobierno de México y que trajo una gran atención nacional e internacional debido a las incuestionables pruebas de su inocencia fue, sin duda, la situación por la que atravesó el connacional Ricardo Aldape Guerra un inmigrante indocumentado que paso 15 años recluido en la prisión de alta seguridad Ellis unidad 1 en Huntsville, Texas y que fue liberado tras una intensa labor del gobierno Mexicano y de abogados norteamericanos para demostrar su inocencia.
Originario de Monterrey, Nuevo León fue condenado a muerte el 14 de Octubre de 1982 por el homicidio en primer grado en contra del Oficial de la Policía de Houston, Texas, James Donald Harris, ocurrido la noche del 13 de Julio de 1982.
Su abogado defensor, Scott J. Atlas de una distinguida firma de abogados, realizo la defensa del connacional, mediante la presentación de diferentes recursos legales. Igualmente fue de gran valía la participación del gobierno de México como la Secretaria de Relaciones Exteriores y el Consulado General de México en Houston, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y del gobierno del estado de Nuevo León, así como del Texas Rezurce Center, por medio de la prestigiosa abogada, Sandra L. Babcock, en las tareas de protección a favor de Aldape.
- ¿COMO PASARON LOS HECHOS?
Sonaron varios disparos que me pasaron rozan do las orejas, yo tenía las manos puestas en el cofre de Ia patrulla, mientras que Harris un Oficial De Policía texano se disponía a registrarme, al mismo tiempo que me amagaba (Hacer ademán de golpear o herir.) Con su poderosa pistola Magnum 357 como si yo fuera un peligroso criminal.
Así inicio su relato de aquel joven regiomontano condenado a muerte. “El patrullero estaba muy enojado, porque se me había descompuesto el carro y estaba mal estacionado” Ricardo Aldape Guerra
Roberto Carrasco Flores se acercó vacilante para que lo registrara el policía, pero este lo insulto gritándole que se largara al diablo, al mismo tiempo que lo amenazaba, con su pistola como si presintiera el peligro, Carrasco que estaba varios metros detrás de mí, contesto intempestivamente con balazos los insultos, pegándole tres tiros en pleno rostro, provocando que el Oficial Texano, Harris se desplomara herido de muerte, junto a su flamante patrulla.
Serían las 10;30 de Ia noche ,cuando el barrio Mexicano de Ia Magnolia, en los suburbios de Houston , se estremeció por Ia balacera, Carrasco Flores odiaba a muerte a Ia policía Americana, nos había contado, que tiempo atrás los policías texanos habían asesinado a su hermano , y que estaba esperando Ia oportunidad para vengarse, tal vez por eso cuando el patrullero lo insulto y lo amenazó con su pistola, provocando que, Carrasco se enfureciera y sacando su escuadra súper automática, calibre 9mm, fue más rápido que el policía, acribillándolo mortalmente de manera momentánea.
Después de los disparos me sentí aturdido por un momento no supe que hacer .El policía sangraba abundantemente del rostro en su agonía y balbuceaba, algunas palabras ,tirado boca arriba sobre el suelo .Dentro de Ia patrulla estaba un perro pastor alemán, que comenzó ladrar escandalosamente .En esa esquina solitaria de Ia calle Edgewood ,que forma una T con Ia calle Walker, donde quedó tirado el patrullero muerto, Y solo estaba el viejo auto Pontiac que me acababa de prestar un amigo, hacia unos momentos para salir a comprar unos refrescos, el carro descompuesto permanecía mal estacionado y con el cofre abierto. Un poco atrás se había quedado Ia patrulla del Oficial de Policía, Harris. Las calles estaban solitarias semioscuras por Ia falta de iluminación.
Todo sucedió en cuestión de segundos…
Carrasco se acercó al patrullero tirado, diciendo “Ya le di en Ia madre este hijo de Ia chingada, a ver si así aprende a respetar a Ia gente” Se agacho junto al policía, le quitó de Ia mano su pistola, Magnum reglamentaria, metiéndosela entre el cinturón. Yo sentí miedo, me eche a correr por en medio de Ia calle, Carrasco corrido también, En eso un auto le echo las luces en Ia cara, Carrasco todavía traía empuñando su pistola de 9mm, y fue cuando escuche otros disparos detrás de mí. Este tal vez pensó que se trataba de otra patrulla policiaca.
El auto perdió el control quedando atravesado con el motor, las luces encendidas, después supe que era tripulado, por el señor Francisco José Armijo, quien iba acompañado por dos niños. Este señor recibió un balazo que días después le costó Ia vida.
Corríamos como locos, por Ia calle semioscuridad solitaria de Ia Magnolia, al llegar a la esquina nos separamos, cada quien siguió corriendo por su lado.
Llegue primero Ia casa vieja de madera, en Ia esquina de Dumble y Rusk donde vivía Jacinto Torres Luna, junto con varios trabajadores indocumentados, como yo.
Legue agitado por Ia carrera y nervioso por lo que había sucedido, Detrás de mí llego ruidosamente Carrasco Flores, Los muchachos seguían viendo Ia televisión, muy quitados de la pena.
Carrasco les dijo casi a gritos, empuñando todavía su pistola “Acabo de darle en Ia madre a un policía les vamos hacer frente”
Los muchachos se pusieron de pie por lo que les decía Carrasco, no daban crédito de lo que estaban escuchando, yo me quede sin saber ni que decir ni que hacer. Ellos esbozando y con una sonrisa nerviosa se fueron saliendo uno a uno de Ia casa, pero apenas llegaban a Ia calle se les veía que corrían como desesperados .Carrasco entonces me vio amenazadoramente diciéndome en tono imperativo “Tu y yo vamos a hacer frente Ia policía, a ver de cómo nos toca” agrego al tiempo que me daba una pistola nueva calibre 45, se Ia acepté por temor que se enfureciera, pero yo no pensaba hacerle frente por ningún motivo.
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