CONTRATO Y LA RELACIÓN DE TRABAJO
mariozap26 de Septiembre de 2012
5.865 Palabras (24 Páginas)722 Visitas
EL CONTRATO Y LA RELACIÓN DE TRABAJO
SUMARIO: I. Introducción. II. Consideraciones generales. III. El contrato
y el contrato de trabajo. IV. La relación de trabajo. V. Bibliografía.
I. INTRODUCCIÓN
La iniciativa del área de derecho social del Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, por conducto
de la doctora Patricia Kurczyn Villalobos y del doctor Carlos Puig Hernández,
de elaborar un libro en homenaje al doctor Néstor de Buen Lozano, es
indiscutiblemente una decisión acertada y oportuna. Acertada en razón de
que en la actualidad el doctor Néstor de Buen Lozano es uno de los especialistas
de derecho del trabajo que goza de mayor prestigio y reconocimiento
no sólo en México, sino en América y Europa. Las obras que ha publicado
sobre la materia en los últimos treinta años, así como su constante participación
en cursos, coloquios, conferencias, seminarios y reuniones internacionales,
han representado una importante contribución a la formación y
evolución de la doctrina laboral contemporánea.
La trayectoria académica del doctor Néstor de Buen Lozano se inició,
sin embargo, en el ámbito del derecho civil, continuando la tradición de su
ilustre padre don Demófilo de Buen. En efecto, ya desde 1965 Textos Universitarios
publicó la ahora ya célebre obra denominada La decadencia del
contrato, la cual abordó la historia del contrato desde Roma, pasando por la
Edad Media, la Edad Moderna, el liberalismo, la crisis del liberalismo hasta
la socialización del contrato; la problemática del contrato en dos partes:
lo que denominó la esencia del contrato y la última parte que da razón de
* Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.
518 PORFIRIO MARQUET GUERRERO
ser al nombre del trabajo, la decadencia del contrato, en la cual analiza
magistralmente los diversos aspectos que desde entonces han caracterizado
la crisis de la autonomía de la voluntad.
Probablemente desde entonces, precisamente esa idea sobre las limitaciones
al principio de la autonomía de la voluntad, hicieron surgir en Néstor
de Buen Lozano sus primeras inquietudes por abordar primero, para adoptar
después como su disciplina, el derecho del trabajo.
Fue a partir de 1974, pocos años después de expedida la Ley Federal del
Trabajo de 1970, que aparecieron las publicaciones de Néstor de Buen Lozano
sobre derecho del trabajo, el tomo primero dedicado al análisis de la
parte histórica de la materia, tanto la general como la nacional, lo relativo
al derecho internacional del trabajo, así como a los temas que forman la
teoría general del derecho del trabajo.
En 1976 apareció la primera edición del tomo segundo, el cual dedica al
derecho individual y al derecho colectivo que representa la parte medular de
la materia.
La trilogía fundamental se completa hasta 1988, año en que se publicó el
Derecho procesal del trabajo, temática que otros ilustres autores del derecho
del trabajo no lograron llevar al nivel de la publicación.
Otras muchas obras sobre la materia han sido publicadas por Néstor de
Buen Lozano, que lo han convertido en el autor nacional, por voluntad
propia, más productivo. Es oportuno destacar en toda su producción bibliográfica
el extraordinariamente difícil equilibrio que logra entre la profundidad,
la sencillez, la claridad y la amenidad, lo que hacen de su obra no sólo
un material de ineludible y obligada consulta para los especialistas y protagonistas
de las relaciones laborales, sino también de texto para los estudiantes
de derecho.
Fue en el año de 1977 cuando por primera vez tuve el privilegio de
compartir un evento académico con Néstor de Buen Lozano, en ocasión del
quincuagésimo aniversario de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje,
el cual se celebró con un evento denominado “Reunión Internacional de
Expertos de Derecho del Trabajo”, organizado por Juan Francisco Rocha
Bandala y José Fernando Franco González Salas, presidente y secretario
general de control procesal y codificación de la propia junta.
En los 25 años que han transcurrido desde entonces, he tenido múltiples
y muy gratas oportunidades de compartir eventos con el doctor Néstor de
Buen Lozano, muchos de ellos como uno más de quienes acudimos a escuchar
sus siempre interesantes y amenas intervenciones.
EL CONTRATO Y LA RELACIÓN DE TRABAJO 519
Por todo lo anterior hoy me felicito de que el área de derecho social
convocante me haya honrado con la invitación para contribuir a este justo y
oportuno homenaje al maestro, pero también al amigo.
II. CONSIDERACIONES GENERALES
El tema de la determinación de la naturaleza jurídica del vínculo entre el
patrón y el trabajador individualmente considerado, ha sido materia de debate
y polémica desde la vigencia de la Ley Federal del Trabajo de 1931.
Probablemente el aspecto más relevante se refiere a la determinación de las
diferencias entre el contrato y la relación de trabajo. A recordar algunos de
estos tópicos dedicaremos la próximas líneas.
Para algunos autores, la cuestión del contrato y de la relación de trabajo
constituye el punto básico para la consecución de la autonomía misma del
derecho del trabajo.1 Otros autores han sostenido la idea del contrato de
trabajo como la base o piedra angular del derecho del trabajo, en tanto que
para algunos más, la diferencia entre contrato y relación de trabajo ha perdido
actualidad, ya que las teorías que sostienen ambas posiciones se han
acercado notablemente.2
El propio Néstor de Buen Lozano, como ya se había comentado, dedica
más de 60 páginas de su clásica obra civilista,3 a las importantes limitaciones
extraordinarias que la legislación ha establecido al principio de la autonomía
de la voluntad, como las moratorias, el plazo de gracia, la teoría del
abuso del derecho, la teoría de la imprevisión, el estado de necesidad y la
prórroga forzosa de los contratos.
III. EL CONTRATO Y EL CONTRATO DE TRABAJO
El contrato como figura típica del derecho civil está definido por el Código
Civil para el Distrito Federal, en su artículo 1792, como el convenio
1 Álvarez del Castillo, Enrique, “Principios generales y derecho individual del trabajo”,
Derecho latinoamericano del trabajo, México, UNAM, 1974, t. II, p. 29.
2 Sánchez Alvarado, Alfredo, Instituciones de derecho del trabajo, México, Oficina de
Asesores del Trabajo, 1967, pp. 30 y 55.
3 Buen Lozano, Néstor de, La decadencia del contrato, México, Textos Universitarios,
1965, pp. 235-264.
520 PORFIRIO MARQUET GUERRERO
que produce o transfiere obligaciones o derechos, en tanto que el convenio
está definido como el acuerdo de dos o más personas para crear, transferir,
modificar o extinguir obligaciones, por lo que en ambos conceptos aparece
como elemento de acuerdo de voluntades.
Siguiendo la obra de Néstor de Buen Lozano, la figura del contrato se
inició desde Roma, aunque la determinación de un concepto no es una tarea
sencilla, por lo que finalmente considera que el concepto de contrato “debe
encontrarse no en el pacto sino en el efecto del pacto”.4
Generalmente se considera que la evolución del contrato civil culminó
en el Código Napoleón, pero como dice el propio Néstor de Buen Lozano,
también significó el vértice que marca el declive de la voluntad como elemento
esencial del contrato.5
Posterior al Código Napoleón, en diversos países se han creado nuevas
figuras jurídicas a las que se siguen llamando contratos, pero que en realidad
no lo son, en virtud de que en ellas su contenido no está determinado
plenamente por la voluntad autónoma de las partes, sino sujeto a múltiples
limitaciones y modalidades impuestas por la ley.
En este orden de ideas, a pesar de que los propios civilistas reconocen la
relativización de la idea contractual, algunos autores laboralistas han seguido
utilizándola para referirse al vínculo jurídico existente entre quien
presta un servicio y quien lo recibe.
Son muchos los autores que se han ocupado de proponer una definición
o concepto de contrato de trabajo. Uno de los clásicos más reconocidos por
la doctrina es el tratadista argentino Guillermo Cabanellas, quien lo plantea
en los términos siguientes: “...el que tiene por objeto la prestación continua
de servicios privados y con carácter económico, por el cual una de las partes
da una remuneración o recompensa a cambio de disfrutar o servirse,
bajo su dependencia o dirección, de la actividad profesional de otra”.6
El factor constante que aparece en los diversos conceptos de contrato y
de contrato de trabajo es el acuerdo de voluntades, en el último caso del
4 Buen, Demófilo de, “Ensayo sobre el concepto de contrato”, Boletín del Instituto de
Legislación Comparada y Derecho Internacional, Panamá, núm. 1,
...