La Reforma Educacional Que Pone Fin A La Selección De Alumnos.

La nueva reforma que pretende terminar con la selección de estudiantes en toda escuela que practique tal acción en la admisión al establecimiento viene a contrarrestar la discriminación y segregación escolar que algunos establecimientos educacionales, especialmente los particulares subvencionados, vienen reproduciendo desde hace algún tiempo en contra de la ley que prohíbe este tipo de acciones que afectan la calidad de la educación al tener una concepción equivoca de lo que esta significa. Desde este nuevo plan de acción impuesto por el gobierno 2014, se realizará una reflexión en torno al panorama político neoliberal en el cual se instala esta reforma y su choque con dos distintos enfoques que apelan a la educación como un derecho y a la inclusión como una acción a conseguir en cada sala de clases. Así se podrá tener más consciencia de que esta reforma tiene grandes desafíos por delante para lograr la educación que todos los niños merecen.

Chile cuenta con una educación que desde la década del 80 se planteó fundamentalmente a través de principios neoliberales que orientan las prácticas educativas a la “adquisición de habilidades y herramientas para la inserción en el mercado del trabajo” (Cornejo, Gonzales & Caldichoury, 2007). Esto quiere decir, que se ve la educación como un negocio, negando un derecho primordial del ser humano llevándolo al extremo de convertir a las escuelas en fábricas de ciudadanos listos para salir a una sociedad que le exige trabajar para sobrevivir. En este sentido, la educación como un derecho inherente a las personas tiene como finalidad promover la realización personal y habilitar a las personas para que participen en una sociedad libre, además de promover en los propios niños su rol como agentes activos de su aprendizaje (UNICEF, 2008) y que bajo el argumento de que la selección en los colegios discrimina, la educación queda relegada a la simple opción de seguir en un sistema que no deja tomar decisiones sobre la propia vida de las personas. Ahora bien, discriminación y negación de educación para algunos a través de la selección es simplemente otra de las formas con las que una visión neoliberal proclama y demuestra que aquí la educación es un bien a consumir y no un derecho equitativo para todos. Entonces, siguiendo con los planteamientos de la UNICEF sobre el enfoque basado en los derechos humanos, la selección de alumnos iría en contra del combate de erradicar la segregación y la desigualdad, por lo que el fin de la selección sería una medida que reivindicaría que la entrada a la educación no se le debe negar a nadie.

Desde otro enfoque, el de la inclusión, este también intenta paliar la perspectiva neoliberal que impera hoy en día en el sistema chileno y se alinea con el enfoque anterior en pro de mantener la educación como un derecho que no se le debiera negar a nadie ni por su condición física ni por alguna discapacidad cognitiva. Bajo este punto cabe mencionar que la profesión del docente debe “responder a una mayor diversidad de necesidades de sus alumnos” (Saleh, 2005). Desde aquí, el enfoque inclusivo promueve la heterogeneidad del aula, aspecto que no ocurre en aquellos establecimientos que se rigen por la selección

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