Dentro de las instituciones escolares se dan un sinfín de interacciones, las cuales abren paso a un conjunto de comportamientos que toman un papel importante en el desarrollo cognitivo del educando. Los problemas conductuales.
Enviado por betoloco215 • 7 de Noviembre de 2016 • Ensayo • 2.032 Palabras (9 Páginas) • 403 Visitas
INTRODUCCIÓN
Dentro de las instituciones escolares se dan un sinfín de interacciones, las cuales abren paso a un conjunto de comportamientos que toman un papel importante en el desarrollo cognitivo del educando. Los problemas conductuales.
Los problemas conductuales en los centros educativos han existido desde siempre, pero en los últimos tiempos en lugar de solucionarse, se va haciendo más preocupante y han alcanzado un alto nivel de protagonismo. Uno de los obstáculos más relevantes que dificultan el aprovechamiento escolar, es la presencia cada vez más grave de los problemas de disciplina en todos los niveles de educación básica.
Son muchos los factores que entrelazados contribuyen en diferente medida a la presentación de problemas de conducta en el alumno, por tanto no se puede definir una causa única a la cual culpar. Muchos docentes señalan como culpables a los padres y a la pérdida de valores familiares; los padres de los niños recriminan a la escuela y a los maestros de su falta de autoridad; padres y maestros acusan a la sociedad por sus leyes de protección al menor, de ser los responsables del descontrol escolar.
En muchas ocasiones las personas mayores afirman que las cosas anteriormente, “en sus tiempos”, eran mucho mejor y ahora se han perdido esas costumbres, en la época en que ellos estudiaban se castigaba a los niños con golpes, si tenían un mal comportamiento en la escuela, los maestros se lo hacían saber a los padres y estos les propinaban una paliza, actualmente se pueden escuchar comentarios como: “En mis tiempos, si yo me portaba mal, me daban una paliza tal que no me quedaban más ganas de hacerlo, y ahora ya ni siquiera podemos pegar o castigar a un hijo o a un alumno porque se nos acusa de maltrato.” Se tenía un pacto entre los maestros y los padres de familia. Ahora, en caso de maltrato, los padres la toman contra el maestro y la escuela. Si, las cosas han cambiado considerablemente, y para los que piensan como los comentarios ya mencionados, entonces sí, las cosas han cambiado para mal.
Pero, haciendo un mejor análisis, ¿Qué tan ciertos son estos comentarios negativos sobre la conducta?, siendo realistas, como ya se dijo, estos problemas han ocurrido desde siempre. Antes se tenía el pensamiento que educar era imponer, y no debe ser así, no se tienen que crear seres sumisos, que después participaran en la sociedad con una vida impuesta por los adultos.
La presencia constante de problemas de conducta en el educando provoca un bajo nivel de aprovechamiento académico y un estancamiento en cuanto a este, sobre todo cuando el único recurso estratégico que utiliza los integrantes de la comunidad escolar para lidiar con estos niños es el castigo: expulsarlo del salón, impedirle la convivencia con otros compañeros, reprimirlo verbalmente, entre otros.
Algunos de los principales problemas de conducta se presentan a continuación:
HIPERACTIVIDAD:
Un niño hiperactivo no puede estarse quieto, es revoltoso, no atiende e interrumpe al profesor y a los compañeros. Parece incapaz de controlar sus acciones. Sus tareas son deficientes no porque no esté capacitado sino por su escasa autorregulación. Es impulsivo.
Posturas a adoptar ante el niño hiperactivo por parte del educador:
Para lidiar con los alumnos de este tipo son muchas las acciones que el docente puede realizar, aunque no todas funcionan por igual porque todos los niños son diferentes. Algunos ejemplos son: ignorar lo más posible el mal comportamiento del educando; cada que el alumno realice un logro estimularlo al máximo y elogiarlo; para incrementar su motivación por la tarea, se le tienen que plantear materiales y situaciones que sean lo más interesante posible para él, así como presentar actividades que no requieran de mucha concentración, pero solo en un principio; asignarles tareas de responsabilidad, entre otras.
PROBLEMAS DE ATENCIÓN:
Podría definirse como las dificultades del niño en observar con detalle toda la situación escolar (instrucciones del profesor, material, etc.), en la selección adecuada de estímulos y en la dificultad en el mantenimiento de su concentración en una actividad. Tales problemas suelen ir acompañados de otros, como la hiperactividad y las dificultades del aprendizaje.
Tratamiento:
El tratamiento es parecido al problema de la hiperactividad, se tienen que plantear a los alumnos tareas sencillas al principio, que sean breves y que despierten el
Cuando se intenta que el niño preste atención a estímulos relevantes o claves que marcan el inicio o el cambio de una actividad escolar (leer, escribir, ejercicios matemáticos, etc.) determinadas instrucciones y la práctica verbal por parte del niño hacen mejorar su atención a tales claves. Consiste en enseñarle frases o palabras fáciles de memorizar que le permita prestan atención a tales claves en tareas prolongadas o complejas. Ejemplo: en una tarea de escritura, se le da una cartulina con la frase separa las palabras u otras. Así el niño aprende estrategias expresadas en frases-guía (Meinchenbaum, 1981)
RETRAIMIENTO SOCIAL:
Se manifiesta en la falta de conductas de cooperación con los compañeros y en la ausencia de interacción con ellos y el profesor. No suele iniciar conversaciones y preferentemente juega solo. Su actitud general es tímida, insegura y pasiva, llegando al grado de no protestar si le atacan.
Posibles causas: Puede aparecer por la falta de habilidades necesarias para hacer amigos o aproximarse a ellos para jugar, experimentando ansiedad en situaciones sociales. El resultado final es que son olvidados y aislados. Por excesiva agresividad, lo que hace que sea rechazado por sus compañeros.
Técnicas más empleadas:
En mi opinión creo que para que este problema no se de en las aulas, se tienen que proponer actividades en donde se favorezca la inclusión, fortaleciendo en los alumnos los valores, tanto en los retraídos por sí mismos como en los que retraen,
CONDUCTA REBELDE Y AGRESIVIDAD:
Aquí se incluyen todos los comportamiento que no parten de una dificultad primaria del niño y cuyos efectos se extienden de manera inesperada a la conducta del maestro y de los compañeros perturbando consecuentemente la marcha de la clase. Son conductas tan variadas como llamar la atención con gestos o palabras, levantarse continuamente del asiento, desobedecer reiteradamente, agredir, etc. Tradicionalmente se ha empleado la inmovilización física y el castigo. El castigo provoca un cese rápido en la conducta rebelde, si se aplica siguiendo unas normas, pero trae consigo problemas colaterales emocionales por lo que no se aconseja su uso. Pero en todo caso si se emplea ha de ser inmediato, de suficiente intensidad pero no elevada y haciendo saber al niño por qué se le castiga y que hay conductas alternativas no penalizables. La actitud del maestro ha de ser firme y consecuente pero no autoritaria ni agresiva. Deben evitarse las reprimendas reiteradas ya que su único efecto es crear saciedad al estímulo verbal que supone la instrucción. Si se emplean deben ser en voz baja, de forma que sólo las oiga el niño y ha de evitarse mostrar alteración emocional y las órdenes han de ser escuetas. Una forma peculiar de conducta rebelde es la agresión. Ésta implica ataque a otros niños, al profesor o a sí mismo. Aparece en ocasiones junto con elevados niveles de hiperactividad o impulsividad. La desaparición del comportamiento agresivo es muy difícil ya que se ve recompensado fuertemente por la reacción inmediata de las personas que lo sufren y contemplan. Condiciones que pueden provocar las pautas agresivas. Esta recompensa inmediata, la abundancia de modelos agresivos en nuestra sociedad, y situaciones de frustración causadas por fracasos escolares o problemas de inserción en el grupo. Técnicas empleadas: Las técnicas de supresión de comportamiento son las más eficaces a la hora de abordar el problema del niño agresivo. El retiro de atención social en este caso no es efectivo porque difícilmente los niños agredidos van a permanecer inmutables, por eso se emplean otros procedimientos como el aislamiento o privación social. Otro procedimiento es el refuerzo diferencial de otras conductas, en especial las escolares y el juego en común. También es útil el modelado real o simbólico de conductas alternativas adaptadas ante ciertas situaciones que pueden controlar conductas agresivas. Son útiles las técnicas de autocontrol, pues en ocasiones el niño dice que no sabe por qué ataca a los demás y que no sabe controlarse. Se le enseñan estrategias cognitivas que sugieran otras alternativas de acción y retrasen la aparición de la conducta agresiva, permitiéndole un control mayor de su conducta. En todo caso el programa debe recaer sobre la adquisición de conductas académicas que ha de ser debidamente recompensada.
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