Walter Benjamin: Poesía Y Capitalismo
Enviado por josebenzal • 25 de Mayo de 2013 • 2.474 Palabras (10 Páginas) • 892 Visitas
DE
POESIA
Y
CAPITALISMO
-Quizá el misterio sea un poco demasiado sencillo- dijo Dupin.
E. A. Poe, La carta robada
Era mirón y fetichista precisamente porque estos vicios alivian la voluptuosidad, porque realizan la posesión desde lejos, simbólicamente por así decirlo.
J. P. Sartre, Baudelaire
- ¿A quién quieres más, enigmático? Dime: ¿a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?
- No tengo padre, ni madre, ni hermana, ni hermano.
- ¿A tus amigos?
- Utiliza usted una palabra cuyo sentido desconozco hasta ahora.
- ¿A tu patria?
- Ignoro en que latitud se encuentra.
- ¿A la belleza?
- La amaría con gusto, diosa e inmortal.
- ¿Al oro?
- Lo odio como usted odia a Dios.
- ¿Pues que amas entonces, raro extranjero?
- Amo las nubes... las nubes que pasan... allá arriba... allá arriba, ¡las maravillosas nubes!
Baudelaire, El extranjero
I- LO MODERNO
En sus Reisebider, Heine emplea por primera vez el neologismo modernität, tiene el sentido de la inquietud provocada por un presente dominado por las relaciones del dinero, generador de la fragmentación social y el aislamiento. Para la sensibilidad aristocrática y reaccionaria de Chateubriand la modernité representa la prosaica vulgaridad frente a los ecos grandiosos del mundo antiguo que ahora aparece como pérdidad irreparable.
Se va caracterizando así la oposición entre modernidad ilustrada y romanticismo, entendido éste como como una rebeldía hacia la primera. Plantear de este modo la cuestión es apartarse de sus exactos términos, pues la oposición no deja fuera de la modernidad ninguno de los dos. La modernidad sería más bien el movimiento en el que se dan ambos, como dos modos de experiencia de lo moderno.
Baudelaire, en ¿Qué es romanticismo?, afirma: Quien dice romanticismo, dice arte moderno -es decir, intimidad, espiritualidad, color, ambición de infinito-, expresados por todos los medios de las artes. En este fragmento Baudelaire no establece oposición entre lo romántico y lo moderno.
Nous userons notre àme en de subtils complots,
Et nous démolirons mainte lourde armature,
Avant de contempler la grande Créature
Dont l’infernal désir nous remplit de sanglots!
La mort des artistes
Lo moderno contiene la expresión de conciencia del presente respecto al pasado. Baudelaire señalará lo moderno en lo nuevo. Para la modernidad elegirá un sujeto: el héroe, y un signo: el suicidio. Un héroe que no concede nada a la hostilidad del entorno. El suicidio es la conquista moderna en el ámbito de las pasiones. Designa una época y la fuerza que en ella se desarrollapara asemejarla a la antigüedad. Baudelaire percibe la pretensión de inmortalidad como el deseo de ser leído como un escritor antiguo.
Ha buscado por todas partes la belleza pasajera, fugaz , de la vide presente, el carácter de lo que el lector nos ha permitido llamar la modernidad. Con frecuencia raro, violento, excesivo, pero siempre poético, ha sabido concentrar en sus dibujos el sabor amargo o embriagador del vino de la Vida. (El pintor de la vida moderna)
En El Pintor de la vida moderna Baudelaire expone su teoría del arte “racional e histórica”. En la obra de arte distingue dos elementos: el “eterno e invariable” y el “relativo y cicunstancial”. Será en el segundo en el que Baudelaire circunscriba lo moderno. De Guys dice Baudelaire:
Busca ese algo que se nos permitirá llamar modernidad; porque no hay una palabra mejor para expresar la idea en cuestión. Se trata, para él, de extraer de la moda lo que ésta puede contener de poético en lo histórico, de obtener lo eterno de lo transitorio. (El pintor de lavida moderna)
Benjamin verá en esta distinción lo más débil de la teoría del arte de Baudelaire. No comparte Benjamin que el problema sea reductible a una cuestión de forma y contenido. Sin embargo, Baudelaire no será fiel a esta idea en su creación, ésta se muestra como la experiencia de la pérdida. La experiencia moderna consistiría en la decadencia del aura que vendría dado por el reconocimiento aurático de la mercancia. El artista moderno como un productor más sujeto a las leyes del mercado.
II- EL MERCADO
Vinculado al romanticismo surge el movimiento de L’art pour l’art. Es la época postrevolucionaria del mundo burgués. Se da una actitud ambigua en el artista, por un lado puede parecer una reacción contra el artista como productor de mercancias, por otro se alimenta de tesis del liberalismo económico burgués. Baudelaire se rebela contra “los aristócratas del pensamiento, los monopolistas de las cosas de la mente”.
Benjamin describe el comportamiento de Baudelaire ante el mercado del siguiente modo: lo acepta como un test objetivo... Baudelaire quería hacerse un lugar para sus obras y para ello tuvo que empujara otros hacia fuera... El mundo burgués es incapaz de encargar a Baudelaire su obra, el poeta producirá para un mercado inexistente, anónimo. Su arte rechazaba al lector burgués, pero a la vez se dan efectos que tratan de atraerlo, de atraparlo.
El mercado capitalista no es simple, en el confluyen distintas demandas y distintas oprtunidades de negocio, según Benjamin Baudelaire fue el primero en comprender -y esta comprensión tuvo una importancia inmensa- que la burguesía estaba retirando sus encargos al artista. ¿Qué otro encargo social podía reemplazarlo? Ninguna clase podía suministrarlo: el único lugar donde el artista se podía ganar la vida era el mercado de inversiones. A Baudelaire no le interesa la demanda manifiesta, a corto plazo, sino la demanda latente, a largo plazo... Pero, por su propia naturaleza, el mercado donde había de descubrirse esta demanda imponía un tipo de producción y un modo de vida muy diferentes al de los poetas anteriores. Baudelaire se vio obligado a reivindicar la dignidad del poeta en una sociedad que ya no tenía ninguna dignidad que atribuir.
Se
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