EL DOCENTE Y EL CONOCIMIENTO DE SU ENTORNO

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Facilitadora:                                                                                         Bachiller:                                                                                  

Norkka Guaraco                                                             Marjories Patete

Anaco, julio del 2018

La cultura es el producto del accionar humano, y de su poder creativo y transformador. Según Pfister Guenter (1992: 4-5) la cultura puede definirse como "cualquier cosa y todo lo que la humanidad ha inventado y varía de país a país y de casa a casa”, es decir, es un conjunto de valores, rituales, símbolos, creencias y procesos de pensamiento aprendido, comprendido por un grupo de personas y transmitido de una generación a otra, donde el hombre crea su cultura y la va transmitiendo a través de las generaciones, siendo cada comunidad dueña de una cultura particular, que le da su propia idiosincrasia.

        El docente a través del conocimiento de la cultura de su entorno se encarga de traer el pasado histórico y costumbrista al presente, adaptándolo a los currículos escolares en los distintos bloques temáticos, tales como: alimentación, artesanías y manufacturas; costumbres, juegos tradicionales; paisajístico, danzas; fiestas y celebraciones, creencias, mitos, leyendas y rituales, indumentaria y vocabulario, entre otros, todo ello con el objetivo de rescatar los valores culturales y tradicionales de  los pueblos,  regiones  y naciones. La función de la educación no consiste únicamente en impartir conocimientos, sino también en transmitir valores basados en factores sociales y culturales.

El docente, según Alvarado (1996) debe:

Propiciar en sus estudiantes el interés por conocer que él no es un ser aislado, asocial y ahistórico, sino que debe saberse como el producto de un continuo proceso de socialización, entendido este como "el juego recíproco entre sujetos y entre ellos y la cultura; siendo allí en este juego recíproco en el que se hace real el dominio o la emancipación del sujeto humano y de los grupos humanos.

Es por ello que se dice que el docente es un ente fundamental en la construcción de conocimientos ya que es el transmisor del componente afectivo en el acto pedagógico, creando valores que no se darían sin la actividad orientadora del maestro. Es, precisamente, el docente quien anima a sus estudiantes a alcanzar las metas propuestas, incentivándolos a descubrir y explotar sus capacidades, generando en ellos hábitos y conductas deseables para que se conviertan en constructores de su proyecto de vida y para que adquieran, gradualmente, un mayor nivel de responsabilidad y de autonomía. En tal sentido, el docente es un ente mediador de los procesos de enseñanza y aprendizaje entre la educación y la cultura de, que sirve de puente entre las áreas del saber educativo y los estudiantes con el fin de generar la construcción de conocimientos mediante el acercamiento a  la ciencia, el arte y la tecnología, todo ello con el objetivo de  impulsarlos a  conocer y descubrir  la cultura como resultado de los procesos sociales, históricos y culturales generado por diversas factores.

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