Liderazgo
Enviado por sdfsfgfbdfghfdhd • 30 de Septiembre de 2013 • 3.194 Palabras (13 Páginas) • 279 Visitas
LA TERCERA OLA
Resumen:
La obra consta de 25 capítulos agrupados en 4 partes:
1. El entrechocar de olas, pág. 17 al 27
2. La segunda ola, pág. 29 - 131
3. La tercera ola, pág. 131 - 355
4. Conclusión, pág. 355 – 431.
I. El entrechocar de las olas:
En la primera parte del libro, Toffler nos presenta la idea en la que se desarrolla el libro, aquí nos habla de la nueva civilización que está emergiendo, una civilización que ya ha empezado a desarrollarse, que obviamente no va cambiando solo nuestra economía, sino que se ve en el transformación del núcleo de la sociedad, de la forma de interacción entre los seres humanos, nueva formas de gobierno y demás, este cambio: La tercera ola (como lo ha denominado el autor), es tan profundo como lo fue la invención de la agricultura hace más de 10000 años (la primera ola) y luego la Revolución Industrial (la segunda ola), nos trae nuevos conflictos pero también un gran potencial de desarrollo de la raza humana.
El autor describe la tercera ola como una producción alimentada con la explotación de recursos energéticos renovables, presencia de familias no nucleares, la nueva institución bautizada como “el hogar electrónico”, en nuevas formas de educación y empresariales; pero más aun que los cambios de organización nos habla de cambio de valores y de conducta, es decir crea su “superideología”, una manera de pensar y de justificar su existencia, minimizará la participación del estado en la sociedad, buscando un gobierno màs democrático y abierto, una sociedad semiautónoma, idea resumida por Toffler en el nuevo tipo de fuerza laboral: el “prosumidor” del mañana, que es el acercamiento entre productor y consumidor. Es decir el hombre de estos tiempos no se dedicará exclusivamente a producir masivamente un producto para el consumo de todos los que lo compren, sino que se abastecerá de la tecnología necesaria para producir por sí mismo los bienes que necesita consumir.
Además en esta parte nos describe la primera parte de la historia del hombre, y la revolución que significó la primera ola: antes de la primera ola de cambio, el hombre vivía en grupos, de manera errante, sobreviviendo de lo que podía cazar o recoger de la naturaleza, en algún momento hace 10 mil años se descubre la agricultura, por necesidad, el hombre se vuelve sedentario y comienza a esbozarse la idea de familia.
La agricultura era aún la forma de vida, cuando a finales del siglo XVII estalla la revolución industrial, que se convierte en la segunda ola. De esta manera se da el choque de las dos olas, las naciones que antes sólo se dedicaban a cultivar sus recursos buscan ahora rápidamente acoplarse a la nueva economía: la industrialización, se crean fábricas de automóviles, ferrocarriles, fábricas de procesamiento de alimentos destinados ya no para el propio consumo sino para la venta y sobre todo para lograr la acumulación de capital.
En la actualidad aun continúa este proceso, claro, con menos fuerza ahora, luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando se originó una nueva oleada de cambio que comenzó a recorrer la Tierra, es por ello que en muchos países se percibe el conflicto originado por el choque de dos o tres olas de cambio distintas. Las cosas pierden su sentido real y aun no se sabe que sentido deben tener (nihilismo). Las fuerzas de poder de las olas enfrentadas, desean ocupar la cabeza en la nueva civilización y se dan así pugnas políticas, se da la “superlucha” por el mañana.
II. La Segunda Ola:
En este segundo capítulo Toffler nos describe la civilización de la primera y segunda ola y el choque entre ellas:
Durante el apogeo de la agricultura, la población se distinguía entre primitivos y civilizados, los que aun vivían en pequeñas tribus que subsistían de la caza y la pesca; y los que cultivaban el suelo, la tierra era la base de la vida, la cultura, la economía y la política. Se inició la división del trabajo y con él, las clases sociales muy definidas, el poder era autoritario y la economía descentralizada donde cada comunidad producía cuanto consumía. En este paisaje estalló la revolución industrial, este sistema cambió toda forma de vida creando fábricas, electrodomésticos, periódicos, el cine, nuevas viviendas, sindicatos de obreros, medicamentos industrializados, mecanismos de control de la natalidad, también creó las escuelas, creó el reloj de pulsera para que los obreros no lleguen tarde y para calcular los tiempos de producción, luego tomó esto y lo orquestó para formar a la civilización de la segunda ola, un sistema social que pueda fundamentar la economía naciente.
El choque de esta sociedad con la sociedad agrícola dio conflictos como: la guerra civil de Estados Unidos en 1861, la Restauración Meiji de Japón en 1868 o con la Revolución Rusa, donde los bolcheviques acabaron con la servidumbre y la monarquía feudal.
También el autor pasa a hablar del pre-requisito de toda civilización, que para él es la energía, las sociedades de la primera ola obtenían su energía de “baterías vivientes”, es decir el hombre, su potencia muscular y el aprovechamiento de la fuerza animal, el sol, viento y agua, es decir fuentes renovables de energía. En contraste la sociedad de la segunda ola, empezó a obtener energía del carbón, el gas, petróleo, etc. es decir los combustibles fósiles irremplazables. Paralelamente en la segunda ola se dio un gran avance tecnológico con máquinas electromecánicas y factorías; dando lugar a la producción en serie, lo cual revolucionó la distribución con la utilización de ferrocarriles, carreteras y canales; la transformación de la “tecnosfera” (modo de cómo se utiliza la energía, el sistema de producción y distribución de la mercancía) fue la comercialización en masa.
Esta tecnosfera necesita una sociosfera paralela, antes de la revolución la gente vivía en grupos sedentarios grandes de parientes para poder trabajar la tierra; en la segunda ola las familias también sufrieron un cambio, al trabajar ahora en las fábricas, la familia dejó la unidad, ya la educación no podía centrarse en la familia y se crearon nuevas instituciones sociales como las escuelas, los ancianos fueron enviados a asilos, entonces las familias se hicieron pequeñas, el modelo standard era la familia nuclear moderna: padre, madre y unos pocos hijos. Como el trabajo en fábricas era algo nuevo y aún difícil para los ciudadanos de mentalidad agrícola, se necesitaba transformar el pensamiento de las futuras generaciones que mantendrían el sistema industrializado, por lo cual, la educación asumiría el rol de amaestrar a la sociedad, enseñándole tres aspectos: puntualidad, obediencia y trabajo mecánico y repetitivo. En esta segunda ola nació también
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