Caso PAMPLINAS, S.A.

PAMPLINAS, S.A.

⎯ Carlos: ¡Buenos días Juan Miguel!

⎯ Juan Miguel: Se bienvenido a la mina Carlos. ¿Qué tal has descansado? Espero que te hayas recuperado del “ballenato” de ayer por la noche. Me dijeron que estas un poco duro de caderas….

Carlos Montañés es un ejecutivo de compras de la empresa española Pamplinas, y gestiona la compra de carbón para la misma. Siempre se ha suministrado a través de “traders” internacionales, que le ofrecen el producto CIF en puerto español. Dada la gran incidencia del coste de carbón en el proceso productivo de su empresa y el alza de precios, Carlos propuso en el Comité de Dirección intentar negociar parte del suministro directamente con productores.

Mediante un trabajo de investigación de “back office” determinó que los posibles suministradores se localizaban en USA, zona del Golfo de México, Sudáfrica y Colombia.

Pensó que, por afinidad cultural y lingüística, Colombia sería un buen lugar donde iniciar la andadura.

A través de la Oficina Comercial de la Embajada de España en Bogotá consiguió un listado de empresas productoras, la mayoría multinacionales. Pero le llamó la atención CarbonCol, una “pequeña” explotación de propiedad familiar situada en la región de La Guajira.

Tras más de tres meses de intentos infructuosos, consiguió finalmente, gracias a un antiguo compañero de estudios colombiano, contactar con Juan Miguel Guerra, Director de CarbonCol e hijo del fundador. Se sucedieron otros dos meses de intercambio de emails y, por fin, una llamada telefónica en la que pudo confirmar una entrevista con el Sr. Guerra en las oficinas de la empresa, sitas en Barranquilla.

Carlos quería, lógicamente, visitar la mina pero, por recomendación de su amigo, no “forzó la máquina”. Esperaría encontrar la oportunidad de sacar el tema durante la entrevista con el Sr. Guerra. Por si acaso, programó la duración de su estancia a una semana.

A su llegada al aeropuerto de Barranquilla, un chofer, empleado de CarbonCol, estaba esperándole para conducirle al hotel. Le indicó que el Sr. Guerra le pasaría a recoger a las 19h30 para cenar juntos.

A las 20h15 el Sr. Guerra llegó al hotel y solicitó en recepción que avisasen al Sr. Montañés de que ya estaba allí.

En el camino en coche al restaurante, comentaron sobre el viaje, el “jet lag”, el tiempo, etc.

La cena fue muy sabrosa y amena, conversando de futbol (¡qué bueno es Messi, mala suerte para Ronaldo haber coincidido con él en el tiempo!), economía global y situación de Colombia ahora que la guerrilla parecía controlada. Carlos se “moría” de ganas de hablar de su empresa, sus necesidades, saber algo más de CarbonCol, etc., pero por prudencia se abstuvo de introducir el tema. A las 22h. estaba de regreso en el hotel. Cuando subía en el ascensor y repasaba los últimos acontecimientos, se dio cuenta de lo que le dijo el Sr. Guerra al despedirse: hasta mañana Carlos; te recojo a las 9h.

A las 10h05 pasó a recogerlo el Sr. Guerra. Le saludó: buenos días Carlos. Carlos le respondió: buenos días Juan Miguel. Fueron directamente a la oficina a la que llegaron pasadas las 11h15. Allí Juan Miguel le presentó a algunos de sus colaboradores, que estaban ya esperando en la sala de reuniones. Le sorprendió a Carlos ver que casi un tercio de los asistentes eran mujeres. Le ofrecieron café, agua bien fría y agua de coco recién recogida. Juan Miguel le indicó que empezarían por una presentación de CarbolCol y después les gustaría conocer algo más sobre Pamplinas, especialmente su estructura accionarial, negocio y situación financiera.

Cada uno de los responsables de área de CarbolCol realizaron una exposición de sus departamentos mientras Juan Miguel hacía pequeñas intervenciones aclaratorias y observaba las reacciones de Carlos. Carlos

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