Caso Clinico
fontaine19 de Junio de 2014
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www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 50 (Supl 3): S85-S90 S85
autismo
Introducción
El constructo ‘alexitimia’
Aunque en los años cuarenta y cincuenta algunos
autores intentaban dar cuenta del carácter vago e
impersonal del discurso de los pacientes psicosomáticos
al tratar como situaciones normales situaciones
de intenso estrés emocional, no es hasta 1973
cuando el psiquiatra Peter E. Sifneos [1], en el ámbito
de la clínica de pacientes con estos trastornos en
el Beth Israel Hospital, acuña el término ‘alexitimia’
–de las raíces griegas a (sin), lexis (palabra) y thimos
(afecto), es decir, ‘sin palabras para el afecto’– para
dar cuenta de las serias dificultades que presentaban
en hablar sobre sus emociones, identificar el componente
afectivo de éstas, la incapacidad para expresarlas
verbalmente, las dificultades en el uso de
la fantasía y la postura rígida que adoptaban.
Sifneos [2] postuló dos tipos de alexitimia: primaria
y secundaria. La alexitimia primaria, de orden
biológico, es un defecto estructural neuroanatómico
o una deficiencia neurobiológica en la forma
de anormalidades, debidas a factores hereditarios
que interrumpen la comunicación entre el sistema
límbico y la neocorteza. En este caso, la alexitimia
es una disposición personal, que acompaña al sujeto
de por vida, como rasgo de personalidad fruto de
una anormalidad genética, un desarrollo biológico
inadecuado o una lesión cerebral. Además, Sifneos
añade que la especialización de los hemisferios cerebrales
también desempeña un papel importante
cuando se produce una inadecuada comunicación
entre el hemisferio izquierdo, que se encarga de la
elaboración y expresión del lenguaje articulado, y
el hemisferio derecho, que modula las emociones
y proporciona al lenguaje los aspectos prosódicos
de entonación, coloratura, cadencia y melodía. La
alexitimia secundaria se origina como resultado de
influencias psicológicas, como condicionamiento
sociocultural o defensa ante un trauma. La persona
suprime las emociones dolorosas como un mecanismo
de defensa contra el trauma, por ejemplo,
enfermedades crónicas graves, duelo por un ser
querido, etc. Posiblemente se relacione con una negación
de la situación o acontecimiento traumático
para protegerse de emociones demasiado dolorosas.
En estos casos, la alexitimia puede desaparecer
cuando desaparece la enfermedad, se elabora el
duelo o la situación traumática, o puede cronificarse
si no se interviene adecuadamente.
Como esta distinción resulta a veces ambigua, muchos
autores prefieren no utilizarla. Esto se debe a que
las causas psicológicas y neurológicas pueden estar
interconectadas, influyéndose mutuamente. No obstante,
puede ser importante establecer una distinción
entre una alexitimia en la que las estructuras neurológicas
vinculadas con las emociones están dañadas o
destruidas, y aquella en la que sólo se da una disfunción
(p. ej., una inhibición de la actividad neuronal).
La alexitima no aparece como constructo en las
clasificaciones psiquiátricas, como el Manual diag-
Alexitimia y síndrome de Asperger
Isabel Paula-Pérez, Juan Martos-Pérez, María Llorente-Comí
Introducción. El estudio parte de la hipótesis que sostiene que la dificultad para identificar y describir emociones y sentimientos,
y para diferenciar los sentimientos de las sensaciones corporales que los acompañan, se configuran en denominador
común del constructo de alexitimia y del síndrome de Asperger (SA).
Pacientes y métodos. La investigación evalúa los niveles de alexitimia en nueve varones adultos con SA.
Resultados. Los resultados se clasifican en función de si la fuente de información es el propio sujeto con SA (nivel de alexitimia
significativo en dos tercios de los sujetos encuestados) o si dicha fuente es un familiar (puntuación final en relación
a la presencia de alexitima el doble que en la población neurotípica).
Conclusión. En base a los adultos estudiados se confirma una comorbilidad significativa entre alexitimia y SA que conduce
al cuestionamiento de si la alexitimia es un rasgo idiosincrásico de los sujetos con SA.
Palabras clave. Adultos con síndrome de Asperger. Alexitimia.
Departamento de Métodos
de Investigación y Diagnóstico
en Educación; Universitat de
Barcelona (I. Paula-Pérez).
Centro DELETREA (Diagnóstico,
Evaluación del Lenguaje y
Tratamiento del Espectro Autista);
Madrid, España (J. Martos-Pérez,
M. Llorente-Comí).
Correspondencia:
Dra. Isabel Paula Pérez. Campus
Mundet. Edificio Llevant, 2.º piso,
despacho 264. Pg. Vall d’Hebron,
171. E-08035 Barcelona.
E-mail:
isabelpaula@ub.edu
Agradecimientos:
A J.J. Ordinas y R. Nogués, por
la traducción de varios de los
instrumentos utilizados y la
facilitación, siempre generosa,
de la información a través
de su página web
(http://espectroautista.info).
Aceptado:
24.12.09.
Cómo citar este artículo:
Paula-Pérez I, Martos-Pérez J,
Llorente-Comí M. Alexitimia y
síndrome de Asperger. Rev Neurol
2010; 50 (Supl 3): S85-90.
© 2010 Revista de Neurología
S86 www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 50 (Supl 3): S85-S90
I. Paula-Pérez, et al
nóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSMIV),
pero ha demostrado tener un valor heurístico
importante, aceptado por la comunidad científica y
susceptible de investigarse. La alexitimia se trata más
bien de un tipo de sintomatología que puede aparecer
en personas con una amplia variedad de diagnósticos
clínicos. Además, no todas las personas tienen el mismo
grado de afectación, por lo que es importante no
considerarla como un síntoma de ‘todo o nada’.
Dado que en muchas personas la alexitimia aparece
de una manera muy leve, se ha abierto un debate
en torno a la alexitimia como rasgo de personalidad
o la alexitimia como estado (Tabla I).
Thompson [3] describe las características de la
alexitimia en base a los estudios de Taylor et al [4]:
Dificultad para identificar y describir sentimientos
Las personas con alexitimia manifiestan una dificultad
para reconocer estados emocionales que están
sucediendo. La mayoría de ellos pueden tener una
sensación de incomodidad, de que algo está cambiando
somáticamente (rubor, cosquilleo en el estómago,
aumento de la tasa cardíaca, etc.), pero cuando
se les pide que expliquen sobre sus sentimientos, la
persona no tiene palabras que ofrecer, como mucho
una respuesta forzada o simplemente lo que hace es
cambiar de tema. A menudo, el sujeto malinterpreta
la expresión física de lo emocional como una expresión
física de enfermedad: por ejemplo, las lágrimas
en la mejilla se convierten en un defecto del lagrimal
y no en tristeza; la pasión, en una válvula del corazón
defectuosa; la ansiedad en el estómago, en una apendicitis...
Además, los estados emocionales pueden
atribuirse a influencias ambientales adversas (cambios
en la presión atmosférica, tóxicos en el aire, un
colchón incómodo, etc.). Es como si hubiera una falta
de relación que permita a la imaginación formarse
un cuadro de la situación emocional. De ahí la importancia
de la imaginación y, como dice Aristóteles,
‘la mente nunca piensa sin una imagen’.
Procesos imaginativos restringidos
Entendemos la imaginación como la capacidad para
formarnos imágenes en nuestra mente a partir
del recuerdo de aspectos concretos de las experiencias
sensoriales. Sin embargo, una evaluación más
profunda muestra que la imaginación también es
capaz de crear nuevas imágenes nunca antes vistas
en el mundo sensorial concreto. Así pues, la imaginación
sirve para más funciones, como la habilidad
para imaginar qué son nuestras emociones, deseos,
necesidades y cómo nos gustaría cumplirlos, cómo
podemos imaginar los conflictos presentes y pasados,
cómo podemos regular el tipo y la intensidad
de nuestra expresión emocional, y cómo imaginarnos
a nosotros mismos en la piel de otra persona.
Esa es la base de la empatía y de la capacidad para
ser efectivo en la modulación de los estados emocionales
de los demás.
Estilo cognitivo orientado a aspectos externos
Debido a las dificultades para reconocer su mundo
interior de sentimientos, las personas con alexitimia
tienden a orientar su existencia hacia otras
áreas en las que se sienten más competentes, como
el mundo físico concreto. Incluso pueden llegar a
ser extraordinarios en el ‘mundo de las cosas’, de los
objetos materiales, de
...