Clínica psicoanalítica con niños y adolescentes
almarosa2Trabajo2 de Mayo de 2013
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CLÍNICA PSICOANALÍTICA CON NIÑOS Y
ADOLESCENTES
Teórico dictado por el Dr. Carlos Tkach, el 2 de junio del 2008
Como había pensado en contarles algunos de los casos de Winnicott del juego del
garabato que me resultan especialmente encantadores, me pareció prudente antes de
introducirlos en un dispositivo que tiene mucha potencialidad para pensarse, contarles
un fragmento de un caso célebre publicado por Winnicott que se llamo “La
piggle”.Como no les puedo relatar todo el caso, que es todo el libro, que no es muy
largo, la atendió en el año sesenta y cuatro. Esto fue publicado por primera vez en 1977,
o sea después de la muerte de Winnicott, por su segunda esposa, quien organizó todas
las publicaciones de “Exploraciones 1 y 2” y una cantidad de textos que permitieron
conocerse posteriormente. Winnicott en el año sesenta y cuatro tiene cerca de setenta
años y va a analizar una niña que tiene dos años y cuatro meses, cuando la empieza a
analizar. Tiene varias particularidades este caso, que se las menciono para contextuarlo:
es un psicoanálisis a pedido, como viven lejos de Londres, la niña solicita ver a
Winnicott cuando lo necesite y les pide a sus padres ver al doctor Winnicott, entonces la
llevan a tener una sesión cada tanto tiempo y así a lo largo de entre un año y dos,
empieza en el sesenta y cuatro y va a terminar en el año sesenta y seis. Esto ya de por si
es un modo de trabajo singular, “a pedido”, no es que inicia una situación estandarizada
típica. La ultima es una decimosexta consulta, son dieciséis consultas que tiene con la
niña, digamos entre sus dos años y cuatro meses y dos años después.
Alumna: La niña pide la consulta con el?
Dr. Tkach: Sí, la niña pide la consulta. La primera vez la piden los padres y luego la que
va a pedir es la niña. Están las cartas que la mama le manda a Winnicott y le va
poniendo al tanto de lo que ocurre. La carta inicial, la descripción de lo que pasa y lo
que es el primer encuentro de Winnicott con la niña, así se hacen una idea de cómo
trabajaba. Winnicott es un autor con mucha experiencia en las consultas terapéuticas,
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con el juego del garabato, hay un libro dedicado a garabatos, consultas terapéuticas
donde hay garabatos, donde Winnicott nos muestra con mucha frescura todo lo que
hace, es decir, todo lo que le dijo, lo que le dijo la niña, los dibujos que se hicieron,
etc..y se ve que cuando lo reescribe, porque obviamente tomo notas y después las
reescribió, nos muestra con muchas soltura y honestidad como se movió y que hizo.
Esto es muy raro en psicoanálisis, que un psicoanalista como él, bueno en Winnicott no
es una excepción pero debería ser una regla, que muestre claramente lo que hace, como
lo hace, inclusive los tanteos que puede realizar. Mucha veces ocurre que los
psicoanalistas hacen muchas más cosas de las que dicen y dicen muchas más cosas de
las que hacen., es uno de los problemas que tenemos en esta disciplina. La mamá le
escribe, la niña se llama Gabrielle, tiene problemas que la mantienen despierta por la
noche y parecen afectar el conjunto de su relación con los otros, tengo que leerles
textualmente:”Es difícil describirla como un bebe, dice la mamá, parece en muchos
aspectos una persona adulta y da la impresión de poseer grandes recursos interiores.
Hay poco que informar sobre la alimentación, prácticamente sin dificultades, así fue el
destete, fue amamantada hasta los nueve meses, tenia un gran sentido del equilibrio, rara
vez se cayó al aprender a caminar, rara vez lloró al caerse. Desde los primeros tiempos
evidencio sentimientos muy apasionados hacia su padre y fue, en cierto sentido,
despótica con su madre. Tuvo una hermanita, actualmente de siete meses o sea que
“Piggle” tiene dos años y cuatro meses y la hermanita tiene siete meses, a los veintiún
meses de piggle nace la hermanita y habría que descontar los nueve meses de embarazo
de la mamá, es decir el bebé empieza a aparecer en la situación familiar, por lo menos
en la panza de la madre desde entonces, es decir que antes de cumplir dos años ya está
la presencia de su hermanita. “Yo consideraba que era demasiado pronto y tanto esto
como nuestra ansiedad al respecto parecen haber dado lugar a un gran cambio en ella.
Se aburre y deprime con facilidad, cosa que antes no sucedía ostensiblemente y ha
cobrado de pronto gran conciencia de sus relaciones, especialmente de su identidad. La
fuerte angustia y los abiertos celos de su hermana no duraron mucho, la angustia si fue
muy intensa”. Lo que nos esta diciendo es que se la nota inestable, con angustia, pero al
mismo tiempo como si se hubiese acelerado un cierta noción de quién es ella, por eso
dice “gran conciencia de sus relaciones con otros y de su propia identidad”. “Ambas,
ahora, se encuentran recíprocamente muy divertidas. Hacia su madre, cuya existencia
había dado la impresión de ignorar, Gabrielle muestra mayor calidez, (eso cuando nacía
la hermanita), aunque a veces también muestre mucho resentimiento. No hay que traer
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mas detalles sobre el particular, sino referirle las fantasías que la llevan a llamarnos a
gritos hasta bien entrada la noche. La niña dice: tiene una mamá y papá negros, la mamá
negra se le presenta por la noche y dice: ¿Dónde están mis “yams” (la madre pone entre
paréntesis comida como si fuera un sonido familiar)? Se señala las tetillas, las llama
yams, las estira y las estira buscando agrandarlas”. Podríamos decir que ella fue
amamantada y debe de haber estado viendo, como la bebe tiene siete meses, debe haber
estado viendo o habrá visto últimamente, no sabemos con exactitud, el amamantamiento
de su hermanita, y eso ha dejado una impresión especial. ”A veces la mama negra la
pone en el “water”, la mama negra que vive en su vientre y con la cual se puede hablar
por teléfono se enferma con frecuencia y es difícil que mejore”. Fíjense que es una niña
que se despierta de noche, llama a los papas y dice todas estas fantasías, bastante
elaboradas.”El segundo producto de la fantasía, de aparición posterior, es el “baba car”.
Cada noche grita:" háblame del “baba car”, decime todo acerca del “baba car”, la mamá
y el papá negro suelen estar juntos en el “baba car” o algún hombre solo ahí”.”Car” es
cochecito del bebe es lo primero que obviamente hace pensar. “Muy en tanto se
manifiesta una Piggle negra (llamamos Piggle a Gabrielle) y aparece una Piggle negra”.
Entonces tenemos un papá, mamá y Piggle negros. “Muchas veces se la ve enérgica y
espontánea, llena de vida, pero en esta ocasión decidimos pedir su ayuda para que ni se
fije ni se endurezca como única posibilidad…”.
Bueno la madre cuenta en otra carta que esta muy insistente con todo este tema, con el
de la “Piggla negra”, es una manera de llamarla a la Piggle, le dije que le había escrito a
el Dr. Winnicott, que entiende de “baba cars”, “bebe cares” ‘beibei” ‘baby’ sería acá, el
car se volvió ‘cares’ (cuidados en ingles), y su mamá negra. “Desde entonces ha cesado
su ruego nocturno: háblame del baba car, dos veces me pidió de modo imprevisto:
mama llévame donde el Doctor Winnicott.”
Primera consulta, me voy a restringir a esto, no tiene desperdicio leer este caso porque
es muy encantador e instructivo. “Los padres trajeron a la niña y empezaron a pasar un
rato juntos en el consultorio. Gabrielle se veía preocupada y me parecía evidente que
había venido dispuesta a ponerse a trabajar tan pronto como traspusiera la puerta. Llega
a la sala de espera y luego intenté hacer ingresar a Piggle a mi despacho. No estaba
totalmente decidida a recorrer el trayecto, y al atravesar el corredor dijo a su madre: Soy
demasiado tímida”. Seguramente esto ya a Winnicott le produjo un encanto especial,
porque imagínense una nena de dos años y cuatro meses que dice eso. “Por esta razón
hice pasar a la madre con ella, con la recomendación de que no tratase de ayudar en
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absoluto”. Acá ven el modo de proceder de Winnicott, que la acompañe pero que no
intervenga y la deje trabajar con ella. “La mamá volvió a sentarse en el diván con la
niña a su lado. Yo ya había hecho amistad con el osito de felpa, que estaba sentado en
el suelo, junto al escritorio. Ahora me encontraba en la parte trasera de la habitación,
entreteniéndome en el suelo con los juguetes. Le dije a Piggle, a quien en realidad no
alcanzaba a ver: ‘trae el osito aquí, quiero mostrarte los juguetes’. Trajo el oso de
inmediato y me ayudo a mostrarle los juguetes. Luego comenzó a jugar ella,
dedicándose fundamentalmente a apartar trozos de tren del desorden general (repetía
encontré ‘un’…encontré ‘un’…como enumerándolos). Al cabo de cinco minutos la
madre salió discretamente a la sala de espera, dejamos la puerta abierta, era importante
para la niña que observaba los preparativos. Entonces comenzó
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