Fundamentos Del Entrenamiento De La Fuerza
Enviado por jhomao22 • 23 de Febrero de 2012 • 10.194 Palabras (41 Páginas) • 1.382 Visitas
Fundamentos del entrenamiento de la fuerza. Aplicación al alto rendimiento deportivo.
TEXTO BÁSICO DEL MÁSTER UNIVERSITARIO EN ALTO RENDIMIENTO DEPORTIVO DEL COMITÉ OLÍMPICO ESPAÑOL Y DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
Juan José Gonzáles Badillo y Esteban Gorostiaga Ayestarán
Capítulo 1
Concepto de Fuerza
OBJETIVOS DE ESTE APARTADO
1. Definir con propiedad el concepto de Fuerza.
2. Explicar la influencia de la fuerza en el rendimiento deportivo.
3. Distinguir las características y aplicaciones de las curvas fuerza-tiempo, fuerza-velocidad y potencia y la influencia del entrenamiento sobre las mismas.
4. Identificar las diferencias y semejanzas entre los términos fuerza-velocidad, fuerza explosiva y fuerza rápida.
5. Diferenciar las distintas manifestaciones de fuerza y la relación entre ellas.
6. Diagnosticar las características del deportista, el estado de forma y el efecto del entrenamiento a través de las curvas fuerza-tiempo, fuerza-velocidad y potencia.
1. DEFINICION
La fuerza en el ámbito deportivo se entiende como la capacidad de producir tensión que tiene el músculo al activarse o, como se entiende habitualmente, al contraerse. A nivel ultraestructural, la fuerza esta en relación con el numero de puentes cruzados (p.c.) de miosina que pueden interactuar con los filamentos de actina (Goldspink, 1992). (nota: a través del texto se emplearan indistintamente los términos “activación” y “contracción” como sinónimos)
Desde el punto de vista de la Física, la fuerza muscular seria la capacidad de la musculatura para producir la aceleración o deformación de un cuerpo, mantenerlo inmóvil o frenar su desplazamiento. En algunas situaciones deportivas, la resistencia a la que se opone la musculatura es el propio cuerpo del deportista, en otras ocasiones se actúa además sobre ciertas resistencias externas, que forman parte de la peculiaridad de cada deporte.
La fuerza útil en el ámbito deportivo es aquella que somos capaces de aplicar o manifestar a la velocidad que se realiza el gesto deportivo. Un deportista no tiene un nivel de fuerza máxima único, sino muchos diferentes en función de la velocidad a la que se mida la fuerza máxima ejercida. La fuerza que no se es capaz de aplicar podemos decir que realmente no se tiene. En este sentido, y adaptando la definición de Knuttgen y Kraemer (1987), la fuerza se definiría como la máxima tensión manifestada por el músculo (o conjunto de grupos musculares) a una velocidad determinada.
Para Harman (1993), la definición mas precisa de fuerza es la habilidad para generar tensión bajo determinadas condiciones definidas por la posición del cuerpo, el movimiento en el que se aplica la fuerza, tipo de activación (concéntrica, excéntrica, isométrica, pliométrica) y la velocidad del movimiento.
Pero en el deporte no solo interesa la fuerza aplicada en relación con la velocidad del movimiento, sino que también es importante considerar la fuerza que se puede manifestar en un tiempo dado, sobre todo en los periodos de tiempo muy reducidos (100-200 ms). Ante esta realidad, la fuerza de un deportista también se puede definir como la máxima tensión manifestada por el músculo en un tiempo determinado. Si un sujeto tiene la oportunidad de manifestar la máxima tensión muscular durante 3-4 segundos, seguramente llegue a producir su máxima fuerza isométrica, pero si sólo dispone de 200-300 ms, situación mucho más frecuente en el deporte, su fuerza útil será la que sea capaz de conseguir en estos períodos de tiempo.
Los factores básicos que la determinan son de carácter morfológico y fisiológico: constitución, sección muscular, etc., de coordinación inter e intramuscular y de motivación. Su manifestación depende fundamentalmente de las unidades motoras (U.M.) solicitadas y de la frecuencia de impulso sobre dichas unidades; y esto, a su vez, está en relación con la magnitud de la carga y la velocidad del movimiento.
El tipo de activación: concéntrica, excéntrica, isométrica o combinada, determina en un mismo sujeto una expresión de fuerza de diferente magnitud. En régimen dinámico, por ejemplo, no se puede desarrollar la fuerza máxima isométrica, y siempre habrá un porcentaje de la misma que no se aplique. La diferencia entre la fuerza isométrica máxima y la que se es capaz de aplicar en un movimiento de tipo concéntrico es una de las medidas del déficit de fuerza (Verkhoshansky, 1986). En otros casos, el déficit de fuerza se establece por la diferencia entre las fuerzas excéntrica e isométrica máximas (Schmidtbleicher, 1985).
La fuerza casi nunca se manifiesta en el hombre de forma pura. Cualquier movimiento se realiza por la participación en un mayor o menor medida de distintas expresiones de fuerza. Toda fuerza dinámica viene precedida de una fase isométrica de cierta duración y magnitud en función de la resistencia a vencer; y en la mayoría de los gestos deportivos se produce una fase de estiramiento-acortamiento que puede requerir la participación de distintas manifestaciones de fuerza: próxima a la máxima isométrica, explosiva, elástica, y reactiva. El ejercicio de competición, por sus características dinámicas y cinemáticas, es el determinante de las necesidades de fuerza en cada situación.
En algunos casos, una modificación insignificante en la posición o en el ángulo de una articulación puede dar lugar a cambios importantes en la aplicación de fuerza. Por ejemplo, al realizar el tirón para hacer una cargada o una cargada o una arrancada, ejercicios muy frecuentes en el entrenamiento de fuerza, se puede perder hasta un 40% de la fuerza por flexionar los codos precipitadamente, o un 13% por flexionar la espalda, o un 9% simplemente por bajar la cabeza. La máxima fuerza en la extensión de la rodilla en posición de sentado se da a los 160.°, sin embargo, el la prensa de piernas no se ve diferencia en el rango de 100.° a 140.° (Verkhoshanski, 1986). El mismo autor afirma que la fuerza aumenta un 10-12% si se echa atrás el tronco un 20-25% con el sujeto sentad0 en posición de remar.
La fuerza máxima está en relación directa con la masa muscular, pero esta relación se va haciendo mas débil a medida que aumenta la velocidad con la que se realiza el movimiento: un press de hombros con el máximo peso posible presenta una correlación alta con el peso corporal del sujeto, una arrancada sólo tiene una correlación media y en un ejercicio con la oposición de una resistencia pequeña, la masa corporal puede incluso resultar negativa para la manifestación de la fuerza especifica.
En
...