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LA EXPERIENCIA DEL DOCENTE


Enviado por   •  8 de Junio de 2020  •  Ensayo  •  2.557 Palabras (11 Páginas)  •  163 Visitas

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LA EXPERIENCIA DEL DOCENTE

6.1 DEL VALOR A LA VIRTUD

La experiencia biográfica se concreta en la realización de trayectorias vitales que configuran hábitos. Todo sentido y todo valor sólo es operante si se concreta en virtudes. Siembra una acción y recogerás un carácter, siembra un carácter y recogerás un destino.

6.1.1 EL CRECIMIENTO DE LA PERSONA CONSISTE EN LA ADQUISICIÓN DE VIRTUDES

Pará comprender adecuadamente como la persona se construye, como crece, es decir, como se forja, es necesario atender a tres frentes: a lo que es, a lo que está llamada a ser y al paso que da de lo que es a lo que está llamada a ser.

Por ello, debemos atender a tres momentos: a lo que es como persona (es decir: un valor en sí, fuente de todo valor, pero también una tarea para ella misma); a la respuesta a su realidad menestosa y valiosa (el proyecto al que se siente obligado); y finalmente, a la realización de esos valores. De esta manera, se forja el carácter de la persona.

Los valores son ciegos si no se encarnan en virtudes. Por tanto, para una adecuada promoción de la persona no basta conocer los valores: hay que realizarlos.

6.1.2 DEFINICIÓN DE VIRTUD

Podemos definir la virtud como el hábito positivo de comportamiento de alguna capacidad humana, de modo que supone una perfección en su funcionamiento, una capacitación. Se trata, por tanto, de una disposición estable a obrar de un modo letificante que se adquiere libre y voluntariamente. Por ello, el conjunto de estas virtudes (y sus contrarios), forman una segunda naturaleza o carácter moral (en griego êthos). Como se trata de hábitos de comportamiento propios de cada una de las capacidades humanas, podremos distinguir así virtudes intelectivas, volitivas y afectivas, así como virtudes corporales y habilidades técnicas.

6.2 LA EXPERIENCIA DOCENTE COMO PROMOCIÓN DE LAS VIRTUDES DEL DOCENTE

Es la persona del docente la que educa, y no sólo sus conocimientos o su pedagogía. De ahí que la experiencia docente consista en la adquisición de virtudes personales. Ere realidad de todas por que las virtudes forman una constelación en la que no se puede dar una sin las otras.

En este sentido, vamos a distinguir entre las virtudes propias de la persona del docente tomando en sí mismos y las virtudes propias del docente en relación con los demás. Pendientes de la prudencia, juzgamos que hay algunas otras virtudes constituyen el êthos docente: la fortaleza, la humildad, el humor, la alegría, la paciencia y la responsabilidad. Por eso pedagogía son ética es ciega, aunque ética sin pedagogía es vacía.

6.2.1 PRUDENCIA

La prudencia es la capacidad de saber actuar adecuadamente en cada circunstancia, sabiendo encontrar el mejor medio para el bien que se propone. Cómo el bien último que busca la educación es la plenitud de la persona, la prudencia es la virtud de saber en cada momento lo mejor y más razonable que se debe hacer.

Es esta virtud esencial en un docente porque, ante todo, en el ámbito docente no hay recetas. No se puede prescribir a priori como educar concretamente a esta o a aquella otra persona, en este o en aquel lugar o en este momento. Por eso es virtud que debe desarrollar cada docente, para poder acompañar a otros en el camino de la vida.

El docente prudente es auténtico maestro. Y un maestro abierto al signo de los tiempos, pues lo que en otro momento sirvió para una generación, puede no servir para promocionar y educar a las nuevas generaciones. El prudente es el que sabe actuar con sensatez, con discreción, cordura, serenidad, sin precipitación, el que sabe resolver conflictos y el que tiene el don de la oportunidad.

Así las cosas, se suelen proponer ciertas normas generales de carácter formal que recogen este espíritu general de la virtud:

A) Reflexionar antes de actuar

B) considerar despacio los pros y contras

C) Perseverar en lo buenos propósitos

D) Proceder con sencillez

E) Práctica el saludo

F) Se arrepiente y pide perdón

G) Sonríe, pues la risa facilita la verdad y ofrece la ventaja en el conflicto.

H) Cultiva la amistad, como virtud en la que se realiza la benevolencia.

I) Vive con humor

J) Razona, pero con con-razón

K) Trata de auto conocerse

L) Tiene dominio de sí.

6.2.2 AMOR PROPIO

El amor propio es la virtud que va mucho más allá de la autoestima: es la amistad por uno mismo y constituye el fundamento de todo crecimiento personal. El que se desprecia, bloquea su crecimiento. Por esto, descubrir la propia dignidad, tomar conciencia agradecida de los propios dones, de las propias capacidades, y estimarse por lo que uno es, es condición indispensable también para la tarea docente.

6.2.3 FORTALEZA

Cuando los pensadores medievales hablaban de esta virtud asumían a la vez dos virtudes diferentes pero relacionadas de las más importantes para los griegos: la virilidad y magnanimidad. Por la primera, la persona es capaz de enfrentarse ansiosamente a las dificultades, soportando obstáculos con paciencia y entereza. Por la segunda, es capaz de emprender grandes acciones. La primera es reactiva y la segunda propositiva y afirmativa, propia de quien tiene el alma grande.

Pero no sólo se trata de resistir estoicamente frente a las dificultades, su no de ser capaz de lanzarse, con alma grande a altas aventuras, a nuevos proyectos docentes, a ser creativo en su tarea. Su ámbito de actuación es tan amplio como toda la humanidad. Frente a la fortaleza, basta mencionar los vicios que resultan de su carencia, para comprobar su importancia: frente a la virilidad la cobardía y la temeridad. Frente a la magnanimidad, la vanidad y la pusilanimidad.

6.2.4 HUMANIDAD

Consiste en la conciencia de los propios límites, de la propia contingencia y debilidad. Situada entre el orgullo y la abyección. El humilde tiene una mirada madura sobre sí, sabe de su dignidad de persona pero también de sus creencias y que nada tiene que no recibiese.

Solo en docente humilde, además de reconocer sus propios dones, sus propias virtudes y capacidades, también es capaz de reconocer sus limitaciones y carencias. Y justo este reconocimiento es lo que le permite crecer, aprender más, ser cada día más idóneo para su tarea. Solo el docente humilde es capaz de abrirse con franqueza a los demás, al alumnado y a los compañeros. Y sólo él humilde es capaz de aprender de ellos. Así, el docente humilde se salva de algunos de los grandes defectos del mal docente: el intelectualismo vivir, actuar y explicar sólo de las propias ideas.

6.2.5 HUMOR

El humor es aquella capacidad de vérselas con una incongruencia vital o un acontecimiento inesperado, virtud de aquel que es capaz de poner

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