Traumatismo
Enviado por AyeRiver10 • 3 de Junio de 2021 • Resumen • 3.621 Palabras (15 Páginas) • 127 Visitas
Traumatismo.
Apunte de la primera clase:
Se llama traumático a algo que se impone a todos cualquiera sea su organización subjetiva, histórico, situacional, sociológica o su posición en el lazo social. Por ej: la guerra.
Son acontecimientos imprevisibles imposibles de dominar, es algo que sobrepasa los medios de tratamiento racional y afectivo que tienen habitualmente las personas.
Por otro lado no hay vida humana sin trauma, el problema es definir las consecuencias o los efectos del mismo.
Siempre ocurre cuando alguien ha tenido un trauma colectivo, es que en un momento dado el sujeto desconfía totalmente de los medios de elaboración o simbólicos en los cuales confiaba antes: por ejemplo la posibilidad de hacer predicciones, los hábitos, las costumbres, nos dice “si me pasó una vez, porqué no va a volver a sucederme”.
Vemos así que un trauma en la palabra de un traumatizado es lo que jamás hubiera podido imaginar, entonces, toda la dimensión de lo que nos imaginamos las cosas por medio de lo que puedo imaginar, incluso lo más horroroso. Todos aquellos medios simbólicos con los cuales organizamos la vida, (hábitos, costumbres), todo eso resulta anulado por lo ocurrido.
Entonces, el trauma es aquello que no encuentra nominación posible por todos los medios imaginarios y simbólicos que tiene el sujeto, por eso es un fuera de sentido.
La vida psíquica nuestra se elabora por medio de tres organizadores: lo simbólico, lo imaginario y lo real. Lo imaginario es toda la dimensión por la que nos imaginamos las cosas, lo real es lo que no tiene representación (la muerte, la pubertad: los cambios que se dan al comienzo de la adolescencia) y lo simbólico ( costumbres, las predicciones recuerdos). El imaginario y el simbólico, están en el campo del discurso del sujeto en la sociedad en la cual está viviendo, es decir, vivimos en un mundo de saber, de hablar, sabemos lo que tenemos que decir, lo que hay que decir, en el cual tenemos nuestras vidas, nuestro medio ambiente es el discurso.
Entonces, el trauma es algo que no se inscribe, o inscribe una discontinuidad en el discurso en el cual nos encontramos más o menos definidos. Sin embargo, este acontecimiento puede ser traumático para una persona y no para otra. Claro que se puede llamar traumático a partir de un discurso común, como decíamos la guerra, es algo traumático que podemos todos coincidir, en forma general o colectiva, pero también lo voy a utilizar para decir que para alguien podría no tener sentido traumático en su vida y decirnos por ej: “es un acontecimiento grave y basta”.
A su vez, ocurre que algunas cosas que las vemos como pequeñas para los ojos de los demás, sean consideradas traumáticas, insoportables para alguien.
Además un evento para ser traumático, tiene que serlo a posteriori, es decir, tiene que transcurrir un cierto tiempo, porque se conoce por las consecuencias o efectos que tiene. A este tipo de traumas, los llamamos de la vida cotidiana.
El trauma es lo que viene y no encuentra nominación posible, por eso es un fuera de sentido, por eso ocurre en lo real, un real imposible de imaginar, de prever.
Lacan, habla de traumatisme (trou: agujeto), es como decir que el trauma provoca un agujerismo, enfatizando de esta manera que el trauma provoca un hueco en lo real. Esto se puede observar en las experiencias de duelo, el agujero viene del significante. Por ejemplo, si tenemos un montón de libros y si no los contamos o clasificamos no podemos saber si alguno nos falta. Lo que introducimos en lo real es lo que falta, y para hacerlo recurrimos a los sistemas simbólicos (contar).
Entonces, cuando un significante introduce un hueco en lo real es que se produce el trauma.
FRANCESCO TONUCCI.
Reconocido psicopedagogo italiano, Francesco Tonucci, no tiene dudas: la cuarentena para prevenir la propagación del COVID-19 puede ser una oportunidad única para la escuela, las familias y, principalmente, los niños y las niñas. "Muchos no se han dado cuenta de que el colegio no funcionaba desde antes, pero en esta situación se nota mucho", sostiene el investigador del Consejo Nacional de Investigación Italiano y responsable del proyecto internacional "La ciudad de los niños y las niñas", para quien la pregunta más importante para hacerse hoy es "si es posible hacer lo mismo de siempre, cuando todas las condiciones han cambiado".
¿Cómo sacarle el jugo al aislamiento obligatorio y convertirlo en una experiencia pedagógica enriquecedora? La respuesta, para Tonucci, es sencilla: convertir la casa en un "laboratorio" donde los padres sean los asistentes de los maestros y en el que cada espacio, desde la cocina hasta un cajón de fotos viejas, se convierta en la oportunidad de aprender algo nuevo.
-¿Cuáles considera que son las falencias de la escuela que la cuarentena deja al descubierto?
-No es difícil imaginar que cambió todo. Este es el punto de partida. Si cambió todo, la escuela no puede seguir igual que antes. La contradicción que yo encuentro es que la escuela quiere demostrar que se puede seguir como antes y sigue siendo una institución de clases y deberes, donde lo único que se modificó fue el medio: en lugar de ser presencial, se hace de forma virtual. Ahí aparecen preguntas como si se puede estar tantas horas seguidas frente a la pantalla, si todos los niños son capaces de hacer los deberes de esa forma o si tienen la tecnología adecuada para ello. Pero desde mi punto de vista, la pregunta más importante es si es posible hacer lo mismo de siempre, cuando todas las condiciones han cambiado.
-¿Cómo debería transformarse y adecuarse la educación en este contexto?
-Albert Einstein solía decir: "Si tienes deseos de cambio, no puede seguir haciendo lo mismo". También decía que las crisis pueden ser una gran oportunidad para las personas y los países, porque conllevan cambios. Si la escuela estaba contenta y satisfecha acerca de cómo funcionaba, entiendo que buscará seguir igual. Pero, desde mi mirada, ya no funcionaba antes, porque, muchas veces, es una institución que se hace a pesar de los alumnos: todo se decide desde afuera y sin tenerlos en cuenta. Los niños prácticamente no existen, no aparecen en sus preocupaciones. Hay reglamentos, programas, libros de textos y ninguno de estos instrumentos interroga los alumnos preguntándoles qué quieren hacer, cuáles son sus deseos, aptitudes y capacidades. El artículo 29 de la Convención de los Derechos del Niño, que en la Argentina tiene jerarquía constitucional, dice que el objetivo de la educación debe ser el desarrollo de las capacidades y aptitudes de los alumnos hasta el máximo nivel posible.
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